La prohibición del público visitante en el fútbol argentino genera polémica desde el inicio de la disposición. Si bien desde un principio pareció una medida pacificadora, la realidad es que los incidentes en los estadios no han disminuido su frecuencia, la violencia no cesa, y lo que parecía ser una solución al tema “barrabravas”, hoy es cuestionada, y se iniciará una marcha atrás en pequeñas dosis.
No hay que dejar de tener en cuenta que el 2015 es un año de elecciones nacionales. Y, las declaraciones de Daniel Scioli, máximo candidato a ser el próximo Presidente de la Nación, dan por hecho que los visitantes estarán presentes en un partido en la fecha 25 del corriente campeonato, y así comenzar con el regreso de los visitantes. Esto, generó cuestionamientos por parte de la oposición, y acusan con que es una modificación plenamente política.
La realidad que vive la gente que suele acudir a los estadios, y que desde mediados de 2013 no puede presenciar un partido de visitante, es de lamento.
Es una injusticia que la medida perjudique a la mayoría de la gente que acudía en paz, y no sea solución para una real minoría que son la que genera los conflictos.
Otro hecho lamentable en esta disputa es la sabida relación que tienen dirigencias, cuerpos técnicos y jugadores, con los barras. Esto evidencia que la presencia de barrabravas en los estadios no está debidamente regulada. Y claro está que la solución debe comenzar desde la política de los clubes, los cuales, al permitir esto, colaboran con esa minoría que es la que realmente no tendría que estar en los estadios.
El último hecho de violencia ocurrió en el estadio de Godoy Cruz, en el partido que perdía 1-0 ante Racing, por la fecha 22.
La parcialidad local comenzó a arrojar piedras a los jugadores de ambos equipos y esto llevó a la suspensión del partido.
Siempre caracterizado por la falta de transparencia, nuestro fútbol hace años que está en una situación de guerra con quienes creen ser dueños de los clubes. Las normas no solucionan y los reales amantes de este deporte siempre salen perdiendo.