El Fútbol está de luto por la muerte del camerunés Patrick Ekeng, quien falleció el pasado viernes durante un partido de la Liga de Rumania, una situación que se ha vivido en los últimos años y que lamentablemente ha terminado con la vida de varios jugadores que fallecieron en circunstancias similares.
Ekeng, de 26 años, llevaba solo siete minutos en el partido que protagonizaban el Dinamo de Bucarest y el Viitorul Constanta cuando, sorpresivamente, en el minuto 70 se desplomó en el círculo central del campo de juego.
Inmediatamente se vivió una situación absoluta consternación cuando sus compañeros y el árbitro notaron la gravedad de la situación mientras los médicos atendían a Ekeng y reclamaban la presencia de una ambulancia que minutos más tarde evacuó al futbolista al Hospital Floreasca, en donde pese a los intentos para reanimarlo no se pudo salvar la vida del mediocampista.
El camerunés, que fue víctima de un ataque cardíaco, había militado en varios equipos previo a su llegada al Dinamo de Bucarest.
Formado en el Canon Yaundé de Camerún y jugador de las selecciones juveniles de su país, fue transferido al Le Mans francés para luego pasar a las filas del Lausana suizo, al Córdoba español y finalmente desembarcar en el Dinamo de Bucarest en enero del presente año.
En Rumania no es la primera vez que sucede una tragedia de estas características, tras la muerte de Catalin Hildan en el año 2000 en partido del Dinamo ante el Oltenita. Por desgracia, en los últimos años han sido varios los casos que se fueron sucediendo en el deporte, principalmente en el fútbol. La lista trágica incluye al camerunés Marc-Vivien Foe (2003), el rumano Catalin Hildan (2000), el húngaro Miklos Feher (2004) y el italiano Piermario Morosini (2012), entre otros.
El fútbol y el básquet son los deportes con más muertes súbitas, según afirmóFabio Pigozzi, Director Científico del Centro Médico de la FIFA ypresidente de la Federación Internacional de Medicina en el Deporte, quien aclaró además que se puede evitar la muerte súbita si se realizan los estudios adecuadosteniendo en cuenta quelas principales causas son las enfermedades cardíacas congénitas y coronarias.
De hecho, el fallecimiento de Patrick Ekeng, que motivó la suspensión de todos los partidos de Liga y Copa por parte de la Federación Rumana de Fútbol,ha generadouna polémica en Rumaníaluego de que el prestigioso cardiólogo de Bucarest, Serban Bradisteanumanifestaraque si se hubieran llevado a cabo las maniobrasde desfibrilación mientras los médicos aguardaban la llegada de la ambulancia, el futbolista camerunéspodría haber sobrevivido.
Además,denunció que la ambulancia no contaba conlos equipos necesarios ysu personal no estabapreparado.
El término deSíndrome de Muerte Súbita se suele utilizar cuando una serie de condiciones provocan elparo cardiaco.Diferentes cardiólogos de distintas nacionalidades coinciden en que las características que llevan a estos casos son a menudo hereditarias y en pocos casos presentan síntomas visibles. La fatalidad aumenta cuando las condiciones se combinan con ejercicio físico intenso, la cual puede desenmascarar una afección subyacente no diagnosticada.
Las pruebas para evitar que esto suceda sonmuy polémicas en la comunidad médica ydifieren de país a país. Con las pruebas de electrocardiogramay ecocardiogramasno se garantiza poder localizarel foco de atención que eventualmente puede motivar alamuerte súbita.