Hace poco menos de un año se conocía públicamente la desvinculación entre Juan Martín Del Potro y Franco Davin. Un dúo que había logrado enormes cosas, entre ellas el recordado título del US Open de 2009, donde el argentino había vencido en una final épica al por entonces n° 1 del mundo Roger Federer. Lo cierto es que hoy a casi un año de la ruptura laboral, Del Potro y Davin se volvieron a ver las caras en el ATP 250 de Stuttgart, torneo que supieron ganar juntos en 2008, aunque en aquella vez se jugaba sobre clay. En esta ocasión, sentados en distintos bancos, Davin se encargaba de coachear al rival del argentino, al búlgaro Grigor Dimitrov.

La torre de Tandil volvió a las canchas luego de dos meses de inactividad, producto de su lesión en la muñeca izquierda, para pegar duro esta mañana en el pasto alemán y sacarse de encima a un duro rival. En 1 hora y 9 minutos el argentino venció a Dimitrov, ex n°8 del mundo, en sets corridos. Delpo hizo sentir su potencia conectando 12 aces, ganando el 93% de los puntos jugados con su primer servicio y tomando 3 de 9 oportunidades de quiebre. El partido fue parejo hasta el 4-4 del primer set, donde allí el sudamericano quebró por primera vez el saque de su rival para luego confirmar su saque y llevarse el primer set. El segundo set fue más sencillo para el argentino quebrando de arranque el servicio del búlgaro en el primer y tercer game.

El partido fue 6-4 6-2 para Del Potro, que casualmente entró al torneo por una invitación especial (wild card) ya que su ranking actual (°223) no le permitía ingresar directamente al cuadro principal del torneo.

Delpo se enfrentará en la segunda ronda del torneo que reparte€675.645 en premios al australiano John Millman, quien viene de derrotar al jóven francés Lucas Poullie, cabeza de serie n°8 del torneo, por 6-7 6-3 y 6-4.

El tandilense de ganar su próximo compromiso, volvería a integrar una vez más el lote de los mejores 200 tenistas del mundo. De esta forma, empieza a pisar fuerte en lo que es la antesala al tercer Grand Slam del año, Wimbledon, y regresa a las pistas demostrando que está lejos del retiro, quizá aún no demostrando su mejor nivel, pero sí marcando su vigencia en el circuito profesional.