A falta de 9 días para la apertura oficial de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach arribó a la ciudad anfitriona y se mostró confiado en que el Comité Organizador resolverá los problemas edilicios en la Villa Olímpica. Bajo fuertes medidas de seguridad, el máximo dirigente del COI aseguró en su llegada al aeropuerto internacional Galeão que existe una plena confianza en Brasil para que la cita máxima del deporte sea fantástica y cumpla las expectativas de los brasileños.

 

Con la confirmación de que Dilma Rousseff se ausentará de la ceremonia inaugural, prevista para el viernes 5 de agosto en el estadio Maracaná, el alcalde de Río, Eduardo Paes entregó las llaves de la Villa a la delegación australiana, la cual se había negado a entrar en los apartamentos debido a las malas condiciones de las instalaciones, y culpó al comité organizador por los inconvenientes al considerar que los responsables de la cita olímpica no realizaron la supervisión de las instalaciones luego de que la constructora finalizó las obras.

Además, pese a los altos índices de violencia, el alcalde no solo proclamó que su ciudad es una de las más seguras del mundo sino también aseguró que los turistas no deberían tener motivos de preocupación ya que se han desplegado más de 20.000 militares en las calles de barrios turísticos y en las principales carreteras.  

Como viene sucediendo hace tiempo, las noticias negativas en torno a los Juegos se contraponen con las posturas de los organizadores.

En este caso, la contaminación en la Bahía de Guanabara es uno de los focos de preocupación para los deportistas que competirán en las pruebas de aguas abiertas, vela y canotaje.

Pese a la promesa del gobierno carioca de limpiar la zona, lo cierto es que a pocos días de que comiencen las competencias, expertos en medio ambiente dieron a conocer varios test que revelan la presencia de rotavirus en el agua que podrían provocar vómitos y diarrea producto de las superbacterias que son resistentes a los medicamentos, las cuales pueden ser mortales para toda persona que presente un sistema inmune debilitado. 

Más de 200 atletas rusos recibieron la aceptación de las distintas federaciones 

El presidente del Comité Olímpico Ruso, Alexandr Zhúkov anunció que más de 250 deportistas rusos fueron habilitados por las distintas federaciones internacionales para competir en Brasil.

Además, en la misma jornada en la que Vladímir Putin denunció una campaña dirigida contra los atletas rusos y aseguró que la exclusión de los deportistas de su país desvirtúa la competición olímpica, Zhúkov destacó que las plantillas de los equipos de waterpolo y voleibol fueron autorizadas al igual que la esgrima, natación sincronizada, judo, gimnasia, tenis, taekwondo, tiro, balonmano femenino, vela y lucha, entre otras disciplinas.  

De la lista original de 387 deportistas que conformaban la delegación rusa en un primer momento, han sido excluidos 67 atletas, 22 remeros, 5 piragüistas, 7 nadadores, 4 ciclistas, 2 atletas del pentatlón moderno y un velista por estar involucrados en el Informe McLaren e incumplir las reglas de la Agencia Mundial Antidopaje.

En tanto, la IAAF se negó a reconsiderar la decisión de vetar al atletismo ruso en los Juegos en respuesta al pedido de Vitali Mutkó, ministro de Deportes de Rusia, quien remitió una carta a la Federación Internacional de Atletismo en un desesperado intento por cambiar una decisión que fue respaldada por el TAS.