Un amor sin final; esa es la relación que mantiene Rafael Nadal con la Copa de los Mosqueteros, trofeo que se entrega al campeón de Roland Garros. Y es que ayer domingo el tenista de 31 años sumó otro logro a su más que exitosa carrera: alzar su décima copa en el torneo parisino y 15° “Grand Slam”.
Tuvo que esperar tres años para volver a encontrarse con aquella copa tantas veces conquistada.
Rafa venia con muy buenas sensaciones luego de haberse coronado en los tornos de Montecarlo y Barcelona, donde también había alcanzado “la décima”.
Aun partiendo como favorito, el partido se presentaba como un duro enfrentamiento frente a Stan Wawrinka, campeón de Roland Garros en 2015. El suizo, N° 3 del mundo, ya sabía lo que era ganarle en polvo de ladrillo a Nadal (Roma 2015). Sin embargo el historial entre ambos marcaba un claro dominio de 15-3 a favor del español.
Sin embargo, distinto fue el desenlace del partido, donde el zurdo de Manacor, no dio chances a su rival y dominó totalmente el partido de principio a fin.
Firme con su servicio y lastimando con sus golpes de fondo, supo lastimar al suizo que en ningún momento encontró soluciones para intentar frenar la embestida de “la bestia”.
Luego de poco más de 2 horas, se dejo caer sobre la arcilla del Philippe Chatrier, court central del segundo Grand Slam del año. Sin ceder sets y por tercera vez en su carrera, Nadal completaba un torneo perfecto, anteriormente conseguido en 2008 y 2010. Visiblemente emocionado, recibió además de la copa, una réplica exacta para llevarse a casa, entregada por su tío Tony.
Las cifras de Nadal en Paris son impresionantes: ganó 79 de sus 81 partidos (97,5% de efectividad). Siempre que llegó a la final de dicho, se coronó campeón.
Y sobre polvo de ladrillo tiene mejor récord de partidos sobre polvo de ladrillo en la “Era abierta” con una marca de 389-25 (93,96%) y un balance de 53-9 en finales en esta superficie
Es el único tenista masculino en alcanzar esa cifra en torneos grandes. Con este último logro, supera a Pete Sampras en la cifra de grandes (14), quedando a 3 del máximo ganador histórico, Roger Federer (18) y asciende al número dos del 'ranking.
Meses atrás, todo era incertidumbre para el español. Hoy demostró una vez que con trabajo y dedicación se puede conseguir lo impensado. Nadal se alza aún más en el Olimpo del Tenis pero como siempre, y como en su torneo preferido, como los pies sobre la tierra.
Como aquella vieja canción mexicana, Rafel Nadal volvió a decir: "Sigo siendo el Rey".