El mercado del Arte es la compra y la demanda de objetos de arte. Se lo puede definir como el ámbito virtual adonde actúan la oferta y la demanda de un producto, añadiendo que ese producto -el arte- es único e irrepetible.

Un objeto de arte, fuera del comercio o mercado, contiene además un potencial -o atributo de valor- por ser interesante. El valor es la cualidad contenida en el objeto que complace o satisface a la necesidad interés. El precio es un acuerdo estipulado, siendo entonces no más que el valor comercial de un objeto.

Los agentes que mueven el mercado del arte son: el coleccionista privado, el art dealer, los marchantes, las galerías, las museos y, además de los propios artistas, las casas de remates y las casas de subastas.

Las tres grandes compañías que lideran este negocio, son Sotheby's, Christie's y Phillips, que acaparan el 95% de las ventas internacionales.

En el negocio del arte se pueden ver nuevos agentes, los llamados Fondos de Inversión en Arte, que colaboran haciendo que la plaza se incremente. Por ejemplo, la empresa pública de ferrocarriles de Gran Bretaña que invirtió US$ 75 millones en obras de arte, Fine Art Fund, el banco holandés ABN, entre otros.

El movimiento económico del arte contemporáneo está dado por escalas:

  1. Internacional: Las casas de subastas.
  2. Galerías Nacionales, Internacionales y Ferias de Arte, que invierten en artistas en vías de consagración.
  3. Independientes: Representados por dealers, coleccionistas, representantes de artistas, casas de remate, particulares y colectivos de arte, entre otros.
  4. Experimentales: Mercado generado por los artistas en búsqueda de nuevos circuitos, tanto en vías de consagración como en la exploración de nuevas tecnologías, como internet.

Desde fines del siglo XIX el sistema se apoya en la figura del marchand-empresario, quien es un intermediario exclusivo entre un creador y sus clientes.

Es un agente monopolizador.

El sector del arte contemporáneo se estructura alrededor de un número limitado de galerías líderes. Estas combinan las técnicas de la promoción comercial con las de la difusión cultural. La probabilidad de éxito de un marchand en la organización de una estrategia de promoción, depende del apoyo financiero con que cuenta y de su reputación cultural.

La galería líder está en condiciones de movilizar, a nivel internacional, a una importante red de galerías.

Los mega-coleccionistas colaboran con las galerías en el establecimiento de la jerarquía social y económica de los artistas y de las obras.

Los museos de arte contemporáneo constituyen, por el aura del lugar y también por el peritaje del curador, la instancia superior de la validación del arte.

Los curadores, en consonancia con los críticos y los marchands, descubren talentos, invalidan o confirman reputaciones e inmediatamente, elaboran una jerarquía de valores estéticos.

El peritaje, es la autenticidad de la obra en el arte, la certificación como validación en tanto arte.