Monsanto, una de las empresas estadounidenses más cuestionadas a nivel global, ha sido noticia en estas últimas semanas debido a sus intentos por comprar la corporación suiza Syngenta. Se trata de la empresa número uno en el negocio de los alimentos transgénicos tratando de apoderarse de la empresa que está ubicada en el tercer puesto. De ser así, Monsanto pasaría a tener una mayor concentración en el mercado alimenticio.

A pesar del rechazo que hubo de parte de la compañía de Suiza, se sabe que el presidente de la compañía de Monsanto, Hugh Grant, no pierde las esperanzas.

E incluso, se dice que viene especulando en conseguir esta compra desde el año 2011.

"Hemos llegado a la conclusión de que (Monsanto) subestimaba significativamente el potencial de Syngenta, como así también el elevado riesgo de ejecución de esta transacción y el daño sustancial que podría ocasionar a nuestro negocio integro", señaló Michel Demaré, presidente de Syngenta, en una entrevista audiovisual.

Se sabe que hubo dos propuestas formales de parte de Monsanto. La segunda, rechazada hace un mes, puso sobre la mesa una oferta de 45.000 millones de dólares para adquirir las acciones de Syngenta. A pesar del rechazo, en distintos medios de comunicación se cita a Hugh Grant como muy optimista a la hora de emprender este desafío.

Durante el año 2011, las ventas de semillas en el mercado global se incrementaron casi en un 34.500 millones de dólares. En dicho mercado, el 60 por ciento de esas semillas están acaparadas sólo por seis empresas: Basf, Bayer, Dow, Du Pont, Monsanto y Syngenta. Si hablamos sólo de semillas transgénicas, son manejadas enteramente por estas seis compañías.

A su vez, estas corporaciones emprenden el 75 por ciento de las investigaciones privadas referidas a agroquímicos, de los cuales manejan un 76 por ciento del comercio de estas sustancias.

Como se observa, en caso de que la fusión Monsanto-Syngenta se concrete habría una mayor concentración en dicho mercado. Por lo que se cree que con esto atentaría con las leyes anti-monopolio.

Sin embargo, la compañía estadounidense dejó en claro que, para respetar las leyes, cedería algunas de las acciones a las cuatro restantes empresas o algunas de ellas.

Monsanto ha adquirido un enorme crecimiento en América Latina a partir de la invención de la soja transgénica RR, resistente al herbicida Round Up, también bajo su creación. En marzo de este año, un instituto de la Organización Mundial de la Salud declaró al glifosato, sustancia base del Round Up, como "probable cancerígeno". La decisión fue rechaza por la compañía, pero aun así distintas partes del mundo están realizando análisis para restringir su uso en la actividad agropecuaria.