Grecia fue noticia nuevamente gracias a la crisis económico financiera que parece no dar tregua. Comenzaron las negociaciones con los principales organismos de crédito internacional (Banco Central Europeo, la Comisión Europea, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, y el FMI), a fin de poder implementar un tercer rescate para la deuda griega. El mismo consistiría en la suma de ochenta y seis mil millones de euros, sujetos al cumplimiento de condiciones, entre las que podemos incluir la creación de un fondo de venta de activos públicos.

No es difícil mirar en la historia reciente de la Argentina, y poder encontrar similitudes con el país europeo.

Empecemos por la pobreza. Luego de atravesar dos de los años más dificultosos en materia económica, la Argentina llego a una cifra cercana 33,7 % medida por la línea de pobreza. Si tomamos, un indicador similar, Grecia durante 2014 evidenció un valor de casi un 36 % de personas en riesgo de pobreza. Acerca del desempleo, la cifra para el año 2001 estuvo cercana al 18,3 % en Argentina, y en Grecia durante el año 2014 fue del 26,5 %.

También podemos mencionar, datos de inflación, entre los que la Argentina mostró deflación del orden del 1,5 % anual durante el año 2001, y Grecia, de la misma forma, mostró una cifra cercana al 1,39 % durante 2014. Las similitudes no se agotan en los precios. La relación deuda PBI, comenzó en 2001 en un 54 % hasta llegar a un 149,3 % en 2002.

En Grecia dicha cifra, fue del orden del 177,1 % durante 2014. Desde las finanzas estatales, ambos países, tuvieron como fundamento la refinanciación de pasivos, a través de los organismos de Crédito, y el cumplimiento de condicionantes a tal efecto.

En líneas generales, en ambos países, el acuerdo (incluyendo el nuevo rescate en Grecia) supuso de la aplicación de medidas conservadoras, de endurecimiento de las cuentas públicas vía reducción de gastos e incremento de impuestos, privatización de activos, entre otras cosas.

La crisis política y económica, devenida durante diciembre de 2001 puso en jaque el esquema planteado hasta el momento en Argentina, generando gran inestabilidad institucional. El llamado “corralito, fue muestra de una de las ultimas políticas implementadas por el Gobierno a cargo.

El 29 de junio pasado, Grecia llevo a cabo, en una ola de incertidumbre política y de crisis bancaria y financiera, la misma medida para extracciones de fondos, que fuera uno de los últimos acápites del gobierno de la “Alianza”.

Quizás la diferencia más tajante, o evidente entre ambos países, surge del desenlace, el cual es bastante incierto. Tampoco podemos dejar de mencionar, que la estructura económica de cada país es diferente, y en donde cada uno obtiene de forma bastante divergente los ingresos por comercio exterior. Principalmente por turismo en Grecia, y por agro-exportaciones en Argentina.

Muchos creen que esta situación es el inicio de la caída del Euro como moneda, otros menos extremos postulan simplemente la salida de Grecia de la Unión Europea. Por último están quienes creen que mediante el apoyo financiero, Grecia logrará encaminarse a un sendero de crecimiento, y de estabilización. Está por verse en Europa, si la política económica que fue implementada en Argentina, será exitosa, o por el contrario, termina por socavar aún más el desempeño griego.