Para empezar, habría que preguntarse: ¿Qué son las LEBAC? Las LEBAC son instrumentos de deuda emitidos por el BCRA a corto plazo (30 a 270 días aproximadamente) que pagan un interés determinado y se abonan íntegramente al vencimiento. Es decir que poseen características similares a un PLAZO FIJO.
Actualmente la tasa de interés nominal de las LEBAC equivale al 27%, mientras que los plazos fijos pagan un rendimiento que oscila entre el 17% y el 22% según el banco. Hay que tener en cuenta que las LEBAC conllevan una comisión que según el monto, puede reducir el rendimiento neto hasta un 1%, llevándolo a 26%.
Si bien los plazos de las colocaciones en ambos casos son similares, se puede invertir en plazos fijos desde $ 500, mientras que para las LEBAC el mínimo es de $ 10.000.
En cuanto al riesgo, se sostiene que el BCRA posee mayor solvencia que cualquier banco en particular y de hecho es el propio BCRA el que se encarga de rescatar a las entidades bancarias cuando tienen dificultades financieras. Si bien es cierto que el riesgo de default nunca se puede descartar totalmente, se trata de un riesgo sistémico al cual ambas inversiones se encuentran expuestas.
Según el relevamiento de la Universidad Torcuato Di Tella, los argentinos mantienen una expectativa de inflación del 20% en los próximos 12 meses según la mediana de la encuesta (septiembre 2017).
Por otro lado, de acuerdo al último dato del INDEC (1,4%), la tasa de inflación anualizada se ubica en torno al 16,8%. Estos guarismos son auspiciosos para ambas alternativas, aunque claramente favorables a las LEBAC.
Ahora bien, esta situación no se mantendrá indefinidamente en el tiempo y se espera que las tasas tiendan a bajar.
Por lo que el rendimiento no será tan beneficioso como hasta ahora. Esto significa que conviene posicionarse a plazos más largos, mientras más largo el plazo mayor el diferencial de tasas y por ende el rendimiento positivo respecto a la inflación. Dicho con un ejemplo, una inversión a 180 días realizada ahora al 27% tendría un rendimiento en términos reales de 3,5% (27%– 20%)/2, siempre que se verifique la expectativa de inflación.
Ahora bien, como es muy probable que la inflación registrada termine siendo menor, digamos un 17%, en realidad el rendimiento en términos reales alcanzaría el 5% (27%- 17%)/2. Pero como se espera que también baje la tasa de las LEBAC, la misma inversión realizada supongamos en enero tendría un rendimiento menor al 5%: (24%- 17%)/2 = 3,5%
Quizás el punto más desfavorable que tienen las LEBAC frente a los plazos fijos, aparte del monto de la colocación, es su accesibilidad. Sin embargo, no es tan complicado como se piensa. En la ciudad de Córdoba, existe una financiera que también actúa como sociedad de bolsa, donde se puede invertir en estos instrumentos con mínimos requisitos. También se puede operar abriendo una cuenta de inversión en los principales bancos y existe una tercera alternativa que permite realizarlo online en al menos tres reconocidas firmas (apertura y transacción).
Los costos de mantenimiento, en algunos casos son cercanos a $0.
Es importante agregar que, como regla de todo buen inversor, la diversificación permite minimizar los riesgos. Es decir que en realidad es conveniente invertir en distintos instrumentos conformando una cartera de inversión.
Reseña
Rendimiento: superior al plazo fijo y a la inflación.
Riesgo: inferior al plazo fijo (en condiciones normales).
Accesibilidad: inferior al plazo fijo (también por desconocimiento).
Horizonte de inversión: corto plazo (similar a plazo fijo).
Monto requerido: superior al plazo fijo.