Construir la imagen día a día puede tardar muchos años, pero destruirla solo se necesita en minutos o segundos y ahí, vas por mal camino.

1. Piensa que nadie te juzgará por cómo te muestras. ¿Crees que nadie te mira? La primera impresión es lo que llama la atención, si no representas lo que promueves, nadie te tomará en serio. Jamás pierdas por pequeños descuidos la credibilidad. Tu eres tu propia marca, tu propio producto, no lo tires a la borda

2. Es justificable el poco arreglo por ser tú el jefe. Si alguien te trata como un subordinado, un empleado en vez de un empresario, la culpa es tuya por no estar a la altura de las circunstancias.

Eres tu quien debe ser el primero en dar el ejemplo para que el resto de los que conforman en tu empresa sigan las reglas de la buena imagen personal.

3. Descuidar la talla la ropa que debes usar. Jamás descuides ese detalle, ¿engordaste? Ve y compra la talla correcta. ¿Adelgazaste? Ve y compra la talla correspondiente. No podes ir con un pantalón apretado o un blazer super ajustado.

4. Descuidar los zapatos. Hay personas que a los zapatos no les dan importancia, no importa si está gastado en la punta o la suela del zapato esta agujereada, mientras lo pueda seguir usando. Y no es así, si quieres sigue usándolo, pero el aspecto es desagradable a la primera impresión de ti.

5. Las combinaciones que haces no son las correctas.

De 10 hombres, 3 desconocen las reglas de la combinación en prendas. Obviamente nadie te dirá estas ridículo o esto que tienes puesto no te queda. Aprende las reglas de la combinación.

6. Olvidarse del aseo personal es lo peor que te puede pasar. Una persona que no se asea, es una persona dejada, por lo tanto ninguna persona se acercaría a ti.

Controla los sudores, controla el mal olor del aliento.

7. Si dejas los buenos modales a un lado. Ser grosero es fácil, hablar mal, humillar también. Habla con propiedad y si te agarra un calentón cuenta hasta 10, jamás pierdas las formas, los buenos modales. No dejes que la otra persona gane al provocarte

Todo hombre refleja en su personalidad como es realmente, la primera impresión es así como te verán siempre. Hay un refrán que dice: "tal como te ven, así te tratan". No destruyas tu imagen que tanto te ha costado en un minuto o segundo.