La primera carta de presentación es nuestra cara, nuestro rostro y en cuestiones laborales si fingimos una sonrisa, la otra persona se da cuenta. La sonrisa muestra muchas cosas de nuestra personalidad y presentación.

Sonreír para agradar y convencer a una persona.

Al abrir o cerrar un negocios importa nuestra sonrisa así como también el contacto visual que establecemos con el cliente, ya que se le puede dar una idea de qué tan honestos somos o qué tan importante es para nosotros el negocio que le hemos ofrecido y ha aceptado. Podemos ser buenos profesionales, contar con amplias habilidades que nos destacan y ser de trato afable con todo el mundo, pero si tenemos un rostro seco e inexpresivo la negociación no tiene la calidez y la confianza que otorga una sonrisa, por ejemplo.

Si no sabes sonreír, jamás confiarán en ti.

En las cuestiones laborales, precisamente en el campo de las ventas, las personas deben aprender a sonreír, no se puede estar estático, serio, muchas veces veo tanto hombres como mujeres que son empresarios o empleados y no sonríen ni por asomo, una persona debe tener la sonrisa pegada pero que se note que no es fingida y el contacto visual es primordial.

Por suerte, se está dando que las empresas de hoy en día están dando formación a sus empleados para capacitarlos en el lenguaje corporal. Las los empresarios y empleados aprenden que al interactuar conscientemente con el lenguaje corporal, aumentando así su nivel de negociación y persuasión, lo mismo influye la primera impresión laboral y las negociaciones efectivas cuando se está hablando sobre proyectos o ideas que se desean vender.

La sonrisa tiene un efecto positivo

La sonrisa y el contacto visual ayudan a resolver conflictos, a que un equipo de trabajo sea positivo, pues el liderazgo crece cuando la sonrisa aparece, pues la conexión emocional que transmite una sonrisa sincera es buena entre los que participan en una charla. Por otra parte, la sonrisa-terapia da sensación de bienestar y se crea un clima adecuado para efectuar una venta o bien cuando se diserta en una conferencia.

Quiero dejar en claro que una sonrisa sincera, amorosa y agradable y la mirada que sea sincera pueden ayudar mucho en todos los órdenes.

Trata que tu sonrisa se convierta en tu mejor carta de presentación y que el contacto visual sea un soporte para tu negociación.