A lo largo de esta semana, se hanestado discutiendo los diversos puntos que supondrán el cambio en las políticasy en la gestión de los recursos del planeta, con el fin de que todos los paísescumplan con un cupo máximo en la emisiónde carbono, desarrollado en un plan previo que deberá ponerse en marchatras la futura cumbre del año próximo en París.

Esta medida se supone, será elcomienzo de “una nueva forma decrecimiento”, por la cual deberemos prescindir de manera paulatina de loscombustibles contaminantes en favor de nuevas energías más limpias.

Para ello,se han barajado una serie de medidas, entre las que se encuentra elestablecimiento de un precio global parael carbono. Aquellas naciones que llevan largos años resistiéndose a tomaresta medida son, en la actualidad, las más contaminantes del planeta.

Se pretende que las emisiones deCO2 se reduzcan considerablemente a raíz de esta cumbre, y que deban haberdesaparecido por completo para el S.XXII. Los compromisos que los gobiernosadquieren continuamente en estas cumbres internacionales, se siguenincumpliendo de manera sistemática, de forma que cabe preguntarse ¿qué evitaráque muchos de los países sigan incumpliendo estos acuerdos? La situación es muypreocupante y lo es mucho más sabiendo que el cumplimiento de estas medidas esya de máxima urgencia.

En la Cumbre de Lima se ha concluidotambién que una transformación profunda en los grandes núcleos urbanos es de suma importancia. Se sabe que enestas zonas se consumen la mayor parte de los recursos energéticos de la Tierray que desde ellas se emiten las mayores cantidades de CO2. Por tanto, seránecesario un cambio en las áreas metropolitanas para que estos núcleos cumplancon su deber medioambiental.

Otro punto de estudio giraalrededor de la necesidad de obtener másfinanciación para aquellas medidas destinadas a la guerra contra el calentamientoglobal. Las propuestas actuales están en torno a la realización de una mejorgestión de los fondos de los que disponen los diferentes estados, lo quesupondría también una mayor aportación por parte de sectores privados.

El tiempo es oro para salvar anuestro planeta y parece, que cada vez nos damos más cuenta de que estamosllegando al punto de no retorno del que tantos científicos nos han alertadodurante las últimas décadas. ¿Por qué debemos suponer que esta cumbre será másefectiva que las anteriores a la hora de tomar decisiones acerca de un granproblema como lo es el Cambio Climático? Hasta ahora no se han obtenidodemasiados resultados, sólo nos cabe esperar que el 2014 nos traiga el compromisode un cambio real y no solamenteintencional.