Un ataque talibán causa la muerte de al menos 100 personas. Al menos 136 muertos en su gran mayoría niños han muerto y al menos 80 personas han resultado heridas en un atentado talibán, en contra de un colegio que gestiona el ejército en la ciudad de Peshawar, localidad ubicada en el noroeste de Pakistán, las autoridades cifran hasta el momento en 121 niños las víctimas causadas por el atentado.
Las informaciones que brindan desde los mandos militares aseguran que un mínimo de 6 individuos armados entraron por la fuerza en la Escuela Pública del Ejército, la provincia de Khyber Pakhtunkhwa está conmocionada, se estima que entre niños y profesores, la cifra de personas que se encontraban dentro del edificio eran más de 500.
El portavoz talibán, Muhamad Umar Jorasani afirmaba que los atacantes tenía orden expresa de no herir los niños y atacar el ejército, puntualizaba que el objetivo eran los militares que gestionan el centro de estudios, agregó además que los atacantes eran terroristas suicidas.
El conductor de uno de los autobuses, Jamshed Jan relataba que de pronto se desató una balacera infernal, un caos impresionante donde los gritos de terror de niños y profesores inundaron el ambiente, en pocos minutos el centro educativo se vió rodeado de militares que intentaban llegar al interior del centro.
Versiones gubernamentales han asegurado que los terroristas ingresaron al centro vistiendo los uniformes de la Guardia de Fronteras, agregando que 60 de los cuerpos de las víctimas han sido trasladados a un centro hospitalario cercano y otros 23 al hospital Lady Reading, el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif se apresuró a condenar el sangriento atentado y anunció a los medios asistentes que se trasladará a Peshawar y supervisará personalmente la operación militar en contra de los terroristas que han perpetrado el ataque al centro de enseñanza.
Mediante escuetas declaraciones y con voz quebrada aseguró que los culpables no serán perdonados, "son mis niños y es mi pérdida" agregó el primer ministro, agregando que el pueblo paquistaní se encuentra ante una tragedia nacional.
Los talibanes lejos de pedir perdón, han reivindicado el ataque pues según ellos el ejército paquistaní en sus incursiones militares lanzadas contra ellos no ha respetado ni a familia, ni a los niños, contradiciéndose con las primeras declaraciones donde afirmaban que el único objetivo de los terroristas eran los militares pero no los niños.
La masacre llevada a cabo por los talibanes responde a la campaña que desarrolla el ejército paquistaní en las regiones de Kyhber y Waziristán, desde el pasado mes de junio y de la cual, según fuentes oficiales se han producido a los menos mil muertos.