Los informes presentados, durante los últimos días, por la Agencia de Internacional de Energía (AIE) y por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) demuestran que existe un panorama desalentador para los países dependientes de la exportación del crudo. A pesar de que muchas naciones productoras intensifican su extracción, ambas organizaciones coinciden en afirmar que su crecimiento económico no será muy elevado, con lo cual aún quedan vulnerables a cualquier cataclismo.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) es muy clara al respecto.
En su último informe mensual, emitido el día viernes, sobre el consumo petróleo, estima que durante el año 2015 aumentara en 900 mil barriles diarios, es decir representa unos 93,3 millones de barriles diarios; anteriormente la AIE sostenía una previsión de que el consumo llegaría a los 93,6 millones de barriles diarios. Según la Agencia, "esta aceleración parece más modesta que lo previsto anteriormente, debido al ritmo cada vez más incierto de la reactivación económica mundial".
En cuanto a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), durante el día miércoles, presento su último informe relacionado a la situación del mercado para el año entrante. En el documento estableció que durante el año 2015 la demanda global del crudo producido por la OPEP alcanzará los 28,9 millones de barriles diarios; según las proyecciones del grupo, esta cifra esta por debajo de los 30 millones de barriles diarios estimados durante el mes de noviembre, es decir, supone 280 mil barriles diarios menos.
Con lo cual, según los miembros de la organización, representa el nivel más bajo de los últimos 12 años. De la misma manera el consumo del crudo se verá afectado y ponen en un 0,07 por ciento (70.000 barriles diarios), los cálculos de consumo para el próximo año entrante.
Lo que se avizora es una situación temible para muchos países integrantes de la OPEP y pone como principales responsables de esta catástrofe y de la desaceleración de los precios a los países competidores y en especial a los Estados Unidos.
No esta de más afirmar que el derrumbe de los precio del crudo es en forma constante y diaria, así durante los últimos días se registro una caída que rompió la barrera de los 60 dólares, es decir: hasta el día viernes el Brent europeo cerro en los 62,15 dólares por barril, lo que representa un derrumbe total, durante este 2014, del 42,91% ; mientras que el West Texas Intermediate (WTI) llego ya a los 57,89 dólares el barril, un descenso diario del 3,57%, esto implica que desde el mes de junio hasta estos últimos días su valor se desplomo en un 41,26%.
Ahora bien, frente a este horizonte es necesario saber quienes serán los principales países perjudicados. Muchos analistas concuerdan en afirmar que tanto Rusia como Venezuela resultaran siendo afectados por esta devastadora caída. El caso de Venezuela es el más preocupante, se estima que el 95% de sus ingresos provienen del petróleo y es el único producto de exportación; por el hundimiento de su valor, para el año entrante, Venezuela deberá enfrentar un déficit de 25 mil millones de dólares y se espera que durante este año su economía tenga un decrecimiento del 3%. A pesar de ello los gastos del gobierno crecieron un 55% respecto del año pasado y según el Banco Central "Venezuela tiene una inflación de mas del 60% anual.
Varios analistas afirman que una de las principales medidas que impondrá Maduro es el aumento de los precios de los combustibles, ya que representa una pérdida para el Estado de 12.500 millones de dólares al año.