Hoy será confirmado el resultado final de la necropsia practicada sobre el cadáver de la mujer que fue encontrada muerta el sábado por la noche en Ezeiza, a la altura del kilómetro 23 de la autopista Riccheri. Se presume que se trata de Sun Zhong Qin, conocida como "María", la persona que arribó la noche del pasado 19 de enero al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, procedente de China; a pesar del hallazgo, los familiares no habrían aún reconocido el cuerpo, por su avanzado estado de descomposición.

Todo hace suponer que el cuerpo hallado por los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la noche del día sábado en el Río Matanza, a 200 metros de la Autopista Riccheri, corresponde a Sun Zhong Qin, que también es conocida como María, en el barrio porteño de Villa Uruquiza, lugar donde residió desde hace 10 años.

Unas horas antes de dar con el occiso, una pareja que circundaba por la zona, se topó con las pertenencias de la ciudadana China; allí encontró el bolso, el pasaporte y algunas objetos personales que le corresponderían.

El cuerpo fue encontrado después de una intensa búsqueda, en el arroyo, tendida boca abajo y en una zona boscosa, a 7 kilómetros de la estación aeroportuaria; sin signos de haber sufrido un acto violento y en un fuerte estado de descomposición, una aseveración previa, afirmó que el deceso se habría producido 15 días antes, precisamente la misma cantidad de días que llevaba perdida

Inmediatamente el cadáver fue trasladado a la morgue de Lomas de Zamora, donde se realizaron los análisis pertinentes la tarde del domingo; el resultado de este será confirmado el lunes, el día que se dará fin a un hecho misterioso que se inició el 19 de enero en el Aeropuerto de Ezeiza.

Ese día Sun Zhong Qin o María, arribó a Ezeiza procedente de Shangai China, en la Línea Aérea Turkish Airlines. Su llegada fue marcada a las 22:45. Casi seis horas después, una cámara de la Terminal la detectó ya fuera de la estación, luego de pasar por los scanners y ya con sus valijas. A partir de ese momento todo fue confusión.

Unas horas después se la vio por la Autopista, rumbo hacia Capital Federal, yendo en sentido contrario del tránsito.

Dos testigos que viajaron junto a ella, confirmaron que se notaba confundida, con un padecimiento de ansiedad y agotada por el largo viaje.

La mañana del domingo, Diego, su hijo que residía junto a ella en Buenos Aires, no reconoció el cadáver por el avanzado estado en el que se encontraba. Precisamente, él y miembros de la colectividad china exigieron la pronta aparición y búsqueda desde el momento de la desaparición.