Una estudiante británica, que inicialmente optó por mantener su identidad en reserva, confesó ante su grupo de compañeros su experiencia como Testigo de Jehová. Su testimonio fue grabado por uno de los alumnos, y posteriormente publicado en YouTube, donde rápidamente se hizo viral.

En el video, que fue publicado el 22 de mayo, ya tiene más de 350,000 visitas, y en él la joven confiesa el sexismo que caracteriza a esta religión, al afirmar que, por ejemplo, en ningún caso pueden las mujeres cuestionar a los hombres, darles clases o pronunciar discursos. 

También cuenta que a los creyentes los convencen de que todo aquel que no pertenece a su culto, incluyendo su propio padre, serán asesinados en el Armagedón, nombre con el que se conoce a la prueba final de la fe humana.

La joven menciona tres historias de abuso dentro de la iglesia, una de ellas donde la víctima, una mujer llamada Donna, decide apartarse de la organización, lo que genera el repudio tanto de éstos como de su propia familia. Esta, y las otras dos víctimas, fueron entrevistadas por ella para su testimonio. 

Respecto de estas experiencias, la joven dice: "Estas mujeres [...] son la prueba viviente de que no es necesaria la religión para ser éticos, y que ser religiosos tampoco nos hace serlo. Después de aprender todo lo que esta organización le hace a sus miembros, no quiero ser parte de ella. No hace falta decirlo, mi madre y yo ya no somos Testigos de Jehová. Y como resultado hemos perdido a todos nuestros amigos y familia dentro de la organización."

Para finalizar con el mensaje a sus compañeros, expresa: "No queremos [mi madre y yo] que ninguno de ustedes atraviese por todo este estrés y confusión de perderlo todo.

Amor incondicional es la razón por la que estas chicas [las víctimas de abuso entrevistadas] y yo recurrimos a los Testigos de Jehová, pero es vital que piensen por sí mismos así nunca tienen que confiar ciegamente sus vidas a un culto peligroso y aterrador."

Al ver la repercusión de su testimonio, la estudiante decidió salir a la luz y dar su nombre.

Se trata de Brie, una estudiante de secundaria de 18 años, que reside en la ciudad de Wisconsin, Estados Unidos, y se encuentra próxima a graduarse.

En el artículo que escribió en el portal Patheos respecto del vídeo, indica que ella sigue perteneciendo a la congregación, pero sin embargo no desea formar parte, y que espera ser juzgada después de su graduación.

En el artículo menciona las cuatro razones principales que le hicieron cuestionarse su fe: el no poder inquirir sobre ningún precepto suministrado en los panfletos y por los elders,  el afán de priorizar la educación religiosa por sobre cualquier otra, la desafiliación de su padre de la iglesia que la obligaba a ella también a alejarse de él, y finalmente, la gota que rebalsó el vaso, cuando fue culpada por enviarle una foto en la playa a un amigo de otra congregación.

Brie se despide en el artículo indicando que si, finalmente es des afiliada de la congregación, va a continuar diciendo lo que piensa y dando su testimonio. También confiesa sentirse un poco inquieta respecto a la reacción de sus familiares al vídeo. Al  terminar la secundaria piensa estudiar la carrera de Asistenta Médica en la Universidad de Carroll.