Las doce naciones miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunieron este viernes pasado en la 167ª Conferencia Ministeral del organismo (Viena) con el fin de establecer conjuntamente un nivel de producción de crudo frente a la actual lucha de precios en el mercado mundial del petróleo.
La OPEP es una organización gubernamental, con sede en Viena, fundada el 14 de septiembre de 1960, con el objetivo de coordinar las políticas de sus miembros en lo que refiera al sector petrolero. La misma surgió como iniciativa de los gobiernos de Arabia Saudita y Venezuela como un instrumento de defensa frente a la caída generalizada de los precios del petróleo.
Los actuales miembros de la OPEP son: Argelia, Angola, Ecuador, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela.
Desde junio de 2014, la cotización del barril del crudo ha fluctuado desde por encima de los 100 USD hasta a apenas 41,50 USD el barril, con una leve recuperación en mayo, situándose hoy en día cerca de los 60 USD. El desplome del precio del petróleo puede entenderse a partir de una sobreoferta del crudo (principalmente, por parte de los productores que se encuentran fuera de la OPEP) y la contribución estadounidense a este excedente de producción a través del auge del shale oil (esquisto).
Por el otro lado, la demanda de petróleo, sobre todo de China y los países emergentes, se ha contraído a partir de la crisis financiera del 2008.
Por lo tanto, el "petróleo barato" es consecuencia directa de la ley de oferta y demanda: la demanda global crece por debajo de la oferta de crudo, originando una lucha de precios en el sector por captar los mismos mercados. Los países productores y exportadores de petróleo son los que más han sido afectados por la caída del precio del crudo, y se esperaba que esto se traduzca en una reducción de la producción para defender el nivel de precios.
Sin embargo, la OPEP ha decidido este viernes mantener el tope de producción oficial de 30 millones de barriles diarios, tal como lo viene haciendo hace tres años y medio. La estrategia consiste en seguir produciendo esa misma cantidad de barriles diarios con el fin de recuperar el espacio del cual habían sido desplazados por los productores fuera del grupo.
De esta manera, la OPEP busca defender su cuota del mercado frente a los productores de petróleos no convencionales. Esto se entiende a partir del reciente recupero de los precios del barril de crudo y la desaceleración de la producción del shale oil en Estados Unidos, posiblemente vinculada a la baja productividad de muchas regiones y el alto coste de su método de extracción, conocido como fracking, lo que reduce su rentabilidad. Además, también debemos mencionar el controversial impacto ambiental que conlleva este proceso de extracción del shale- oil y shale-gas.
Finalmente, el espacio también fue utilizado para manifestar el apoyo a Ecuador en lo referente al conflicto que este país mantiene, desde hace más de dos décadas, con la transnacional Chevron-Texaco, por los daños ambientales provocados por la actividad contaminante de la empresa petrolera estadounidense en la selva amazónica.