El joven militar, de origen judíoe inmigrante de Estados Unidos, asistió a la clase del Ejército con una vianda desándwiches de miga hechos con embutido de cerdo y les convidó a sus colegas, quienes se mostraron asombrados cuando constataron el tipo de fiambre que consumía.

El hecho generó un escándalo enel escuadrón, ya que dicho alimento contradice las prácticas alimentarias de lacomunidad judía, entre las cuales se encuentra la prohibición de comer carneporcina y de combinar lácteos con productos cárnicos. Esta regla forma parte deun espectro más amplio, que comprende todo un compendio de alimentos permitidosque se identifican con la denominación ‘Kosher’, los mismos son considerados como‘puros’ por dicha religión y están permitidos para el consumo diario.

De esta manera, el accionar del oficialfue considerado como una falta de respeto hacia la religión judía, porque elembutido con el que estaba hecho el sándwich, es juzgado como inapropiado e ‘impuro’, en particular, para las organizaciones y entidades que se encuentran bajo la direccióny supervisión de autoridades rabínicas.

En efecto, el hecho conmocionó atodo el pelotón y el jefe a cargo del Ejército, tras enterarse del infortuniosancionó al soldado con una pena de una semana de reclusión y lo despidió de laclase de entrenamiento militar, que estaba cursando. No obstante, ladisposición fue suprimida ante la crítica de diversos sectores sociales y laincursión de los medios de prensa.

En este sentido, el vocero ydirector del batallón, Monti Almoz, se disculpó a través de un mensaje en las redessociales, en el que reconoce que la decisión de condenar y expulsar al oficialfue muy apresurada y que se han equivocado.

Asimismo, el general destacó que enla milicia hay espacio ‘para todos’, más allá de las costumbres y tradicionesisraelíes.

Por su parte, el soldado que ocasionóel revuelo, contó que su abuela le había preparado la vianda con losemparedados de jamón de cerdo. El joven explicó además, que vive con ella en una comunidad agraria israelí, conocida en ese país como 'Kibutz', cuyas tierras pertenecen al Estado y se gestionan de forma colectiva.