Cada vez más jóvenes universitarias británicas buscan un hombre maduro y adinerado que les financie los gastos de sus estudios a cambio de sexo. Estas jóvenes, denominadas "suggar babbies", son mujeres universitarias que buscan salir con alguien que les pague sus estudios. Generalmente buscan hombres mayores, sin importar el estado civil. Los padrinos, denominados "suggar daddy", son hombres generosos y exitosos dispuestos a brindar protección económica a cambio de compañía y sexo.
Según el sitio web Seeking Arrangement, que fomenta este tipo de intercambio, desde el 2012 se duplicó el número de jóvenes que buscan un hombre con el sustento económico suficiente como para costear los estudios y los gastos de las jóvenes.
La página de Internet que patrocina estas citas no lo define como un servicio sexual, sin embargo, está a las claras que se trata de una prostitución enmascarada. Fomentan a las jóvenes inscribirse en Suggar Baby University para conseguir un "hombre generoso" que se haga cargo de pagar sus estudios. El fundador de la página web, Brandon Wade, hizo referencia a que se trata de relaciones entre personas que son completamente honestas entre ellas, en relación a lo que desean y lo que pueden ofrecer.
El Colectivo Inglés de Prostitutas (ECP) que asiste a mujeres que ofrecen sexo por dinero, ha resaltado que en los últimos años ha aumentado el número de mujeres que acuden a dicha organización en busca de ayuda y contención.
Es que cuando los gobiernos recortan sus gastos, aplican políticas de austeridad y eliminan becas a la Educación, hacen que muchas mujeres se empobrezcan, especialmente las jóvenes. Se trata de una problemática social compleja. Estudiar en Europa tiene costos altísimos. Las tasas en una universidad europea oscilan entre 1.820 y 9.000 libras anuales (más de 10.000 euros). Además, hay que incorporar los gastos de alojamiento: en Londres una residencia para estudiantes no baja de 6.000 libras (todo ello sin contar lo que significa cubrir lo que hace a la manutención básica, como alimentación, vestimenta, servicio social).
Resulta alarmante y triste que jóvenes tengan que vender su cuerpo para pagar sus estudios, lo que da cuenta de la poca protección del Estado europeo a la educación en materia de becas y facilidades para los estudiantes.