El 8 de agosto un grupo de personas de la población de Arapito, ubicada a unos 15 kilómetros de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui (oriente del país), en Venezuela, protagonizaron una protesta que terminó con el saqueo de una camión que contenía gaseosas.

Este es el último de una serie de disturbios que se han producido en el país sudamericano consecuencia de los altos índices inflacionarios (según cifras extraoficiales ha superado el 100% en un año) y la escasez de artículos de la dieta básica desde principios de año.

Con el paso de los meses se han venido multiplicando las filas frente a las tiendas de comestibles y supermercados que se extienden por horas, algunas veces desde la noche anterior y pernoctan a las afueras del lugar, esperando a que lleguen los productos, tales como leche en polvo, pañales, carne, pollo, harina de maíz o papel higiénico.

Recordemos que estas tensiones iniciaron tras el saqueo de varios comercios en la comunidad de San Félix, estado Bolívar, al sur del país, que dejó como saldo un joven de 21 años muerto por varios impactos de balas y al menos 60 detenidos.

Tras lo cual se produjeron en días siguientes conatos de saqueo en diferentes entidades de la nación petrolera. Hasta que el pasado 5 de agosto, la población de Sinamaica, capital del municipio Guajira, estado Zulia, salieron a las calles, saquearon varias cavas con alimentos y quemaron el edificio de la alcaldía de la localidad fronteriza con Colombia.

Reacciones

Desde que se conoció la noticia de los saqueos en San Félix y Sinamaica, el Ejecutivo Nacional ha calificado los hecho como acciones "planificadas" y ejecutadas por "la derecha maltrecha" que recibe órdenes del “imperio norteamericano”.

Según Nicolás Maduro, se trata de una “guerra económica” para derrocar su Gobierno, electo en el 2013, tras la muerte de Hugo Chávez Frías. Asimismo, anunció un préstamo de la Republica Popular China por 5.000 millones de dólares destinado a paliar la crisis.

Por su parte, La MUD (Mesa de Unidad Democrática), alianza que aglutina a los principales partidos de la oposición al gobierno, expresó en un comunicado que el saqueo de San Félix fue obra de "ciudadanos desesperados por el hambre y la escasez que incurrieron en lamentables hechos de violencia".

Venezuela es una economía de puerto, donde más de la mitad de los alimentos importan al país, y cuyo único producto de exportación es el petróleo, cuyos precios han caído en más de un 60% en el último año.