Hace unos días, luego de un año de la muerte de Michael Brown en Ferguson [VIDEO], el Washington Post arrojó unas estadísticas indignantes: cada nueve días muere una persona afroamericana en manos de policías -mayormente caucásicos- en Estados Unidos. Al parecer, cuando se trata de sospechosos “de color”, los agentes “blancos” no titubean en descargar balas a mansalva.

Los índices son crueles: un afroamericano, por más que se encuentre desarmado, tiene siete veces más posibilidades de morir bajo balas policiales que una persona caucásica. En lo que va del 2015, ya son 24 los jóvenes afrodescendientes muertos en circunstancias controvertidas enmarcadas en contextos de violencia racial y agresión desmedida por policías.

La Discriminación y violencia racial en Norteamérica no es nada nuevo, pero recrudecieron en el último año luego de varias muertes donde la saña policial es la protagonista. Los casos generaron revuelo y protestas en todo el país, generando nuevas organizaciones civiles como “Black lives matters”.

Los casos más conocidos

  • Eric Garner falleció el 17 de julio de 2014, en Staten Island, N.Y. Un grupo de policías lo asfixió mientras intentaba arrestarlo. Garner, que estaba desarmado, se resistió al arresto tras una discusión, pero una vez abatido en el suelo gritó varias veces: “No puedo respirar”. Un testigo subió el video a Internet, que se hizo viral rápidamente y despertó indignación en la comunidad.
  • El 9 de agosto de 2014 en Ferguson, Missouri, Michael Brown, de 18 años, pasó cuatro horas y media desangrándose en la calle tras haber sido disparado seis veces por Darren Wilson, luego de un altercado. Testigos afirmaron que Brown tenía las manos en alto cuando recibió las balas. Wilson no fue imputado con cargos, por tal motivo, los vecinos de la ciudad se movilizaron y denunciaron constantes embates de abusos policiales. Este fue el caso más conocido que avivó las llamas de la indignación.
  • Walter Scott, de 50 años, había sido detenido por un oficial de policía por llevar una luz rota en vehículo el pasado 4 de abril, en North Charleston, Carolina del Sur. En el episodio, Scott se echó a correr y fue asesinado por el policía que disparó ocho veces. También hay un escalofriante video del hecho.
  • Freddie Gray, de 25 años, fue detenido el pasado 12 de abril en Baltimore, Maryland, por unos policías tras escapar de ellos luego del contacto visual de los agentes. Durante el arresto y el traslado en el vehículo policial, Gray sufrió una lesión en su médula espinal que le provocó su muerte una semana después. A pesar de que Gray pidió ayuda, los oficiales no respondieron de forma inmediata a sus demandas para proporcionar asistencia médica.
  • El pasado 8 de agosto fue Christian Taylor quien murió en manos de un policía en Arlington, Texas. Taylor, con 19 años de edad estudiaba en la Universidad de Angelo. El joven se habría estrellado su automóvil contra la vidriera de un negocio de venta automotriz y la policía argumentó que el Taylor no había obedecido la orden de entregarse e inició un tiroteo. Si bien las autoridades dijeron que Taylor pretendía robar la concesionaria, estaba desarmado y uno de los oficiales fue quien le disparó cuatro veces.
  • El domingo 9 de agosto a la noche, en Indianápolis, la policía mató de un disparo al joven afroamericano de 15 años Andrew Green, por haber acelerado para escapar de unos oficiales que quisieron detenerlo a bordo de un automóvil presuntamente robado.