Croacia es, a partir del 16 de septiembre, la nueva ruta para los inmigrantes que quieren llegar a Europa, tras el cierre de la frontera húngara con Serbia. Se estima que 150 refugiados en colectivos con, aproximadamente, 50 personas, en su mayoría de nacionalidad afgana, iraquí o siria, arribaron a Croacia, donde las autoridades aseguraron ayudarlos a llegar hasta Alemania.

Zoran Milanovic, primer ministro croata, aseguró que “estamos preparados para aceptarlos, con independencia de su religión o color de piel” y dijo que Croacia está “completamente dispuesta a recibir o a orientar a estas personas adonde quieran ir”.

El trayecto que tendrán que realizar los inmigrantes será de unos 860 kilómetros que van desde el sur de Serbia hasta la localidad de Sid, el único espacio terrestre de frontera entre Serbia y Croacia. El gran problema de este trayecto es que tendrán que cruzar por zonas rurales que todavía se encuentran minadas desde el conflicto yugoslavo y pasar por caminos montañosos, una diferencia enorme comparada con la llanura que ofrecía Hungría.

Budapest, capital de Hungría, cerró el martes 15 de septiembre su frontera con ayuda de 4600 militares, 900 policías y una cerca con alambre de púas. Esto ocurrió debido a la sanción de la nueva ley que criminaliza y prohíbe la inmigración. La policía húngara informo de la detención de 367 migrantes a partir de que la nueva ley entró en vigor.

Los detuvieron por cruzar la frontera ilegalmente y pueden ser penados con hasta tres años de cárcel. Milanovic sostuvo que “las alambradas en la Europa del siglo XXI no sólo no son una respuesta, sino que son una amenaza”, refiriéndose a la medida que tomó el gobierno húngaro para cerrar su frontera.

Croacia se prepara para recibir a, aproximadamente, 3000 inmigrantes en Tovarnik, la ciudad que limita con Serbia.

La República croata funciona como conector entre los inmigrantes y el Espacio Schengen, porque luego serán trasladados a Eslovenia, país que forma parte de dicho acuerdo. Recordemos que Hungría es un país que está incluido dentro del Espacio Schengen, pero asimismo cerró su frontera y prohibió el ingreso a personas de otra nacionalidad.

La actitud y el comportamiento que tuvo Petra Laszlo hacia los inmigrantes en aquel video que se viralizó no es una excepción si se lo compara con la medida que tomó el gobierno húngaro en cerrar el paso a los migrantes y criminalizar a los que pisan su territorio. Es una decisión tomada por un gobierno conservador, que no tiene la mínima intención de ayudar a aquellas personas que lo necesitan, que buscan un refugio para recomenzar sus vidas y que huyen de sus tierras natales porque escapan de la guerra, no porque quieren “invadir propiedades ajenas”.