El terremoto sacudió este jueves a la región de Kumamoto, en el suroeste de Japón, con una magnitud de 6.4 grados en la escala de Richter, provocó algunos daños materiales pero sin llegar al grado de alerta de un tsunami.
De acuerdo con la Agencia Meteorológica de Japón, el seísmo se originó a las 12:26 GMT, y se situó a “una profundidad de 10 kilómetros”, en el área central del archipiélago de Kiushu. Tras 40 minutos de los primeros temblores, se produjo una réplica de magnitud 5.7 grados Richter.
En relación con las consecuencias del seísmo, el vocero del Ejecutivo de Japón, Yoshihide Suga, citado por Terra, durante una rueda de prensa comunicó que no se registraron daños en la central atómica de Sendai; un dato tranquilizador ya que es la única central en Japón que tiene reactores en actividad y funciona bajo estrictos estándares de seguridad.
Sin embargo, los temblores sucesivos generaron pánico en los ciudadanos nipones, quienes en diálogo con la cadena televisiva japonesa NHK, relataron que vieron caer paredes y techos de algunas viviendas, roturas de ventanas, vidrios e incluso; las instalaciones del Consejo Municipal de Uki se derrumbaron a causa de los fuertes movimientos.
En la misma línea, la cadena de noticias NHK, mostró a través de un video el momento en que se produjeron los desplazamientos en el interior de los estudios de grabación, donde se puede ver caer violentamente libros, jarrones, papeles; mientras los trabajadores intentan sobrellevar el mal momento refugiándose debajo de los escritorios de trabajo.
Por su parte, el Servicio Meteorológico de Estados Unidos explicó que el movimiento telúrico comenzó con “una magnitud de 6 grados y una profundidad de 10 kilómetros”- no de 23 como se había estimado en principio.
En efecto, de acuerdo con la información de la agencia meteorológica de Japón, se registraron hasta el momento “catorce réplicas del terremoto”, la más intensa duró alrededor de una hora y fue de 5.7 grados en la escala Richter. A los efectos, algunos sismólogos de la universidad de Tokio han advertido que las autoridades japonesas y toda la ciudadanía deben mantenerse alerta, ya que en las próximas horas podrían surgir nuevas réplicas.
Vale decir, que Japón es proclive a sufrir este tipo de catástrofes naturales, ya que se encuentra ubicado en la unión de “cuatro placas tectónicas”, lo que provoca que anualmente este país padezca los terremotos más potentes a nivel mundial.