Derrotados, quebrados, rendidos y fracasados. Así se sienten los republicanos al ver que el magnate Donald Trump peleará por la presidencia de los Estados Unidos, en noviembre próximo. La candidata demócrata Hillary Clinton está exultante de felicidad al saber que Trump será el rival a vencer, ya que todas la encuestas la dan ganadora a ella. Desde el comienzo de las primarias, los republicanos buscaban una identidad que los represente totalmente. Esa identidad completa nunca llegó y el alma del Partido Republicano pertenece a Trump.

Los republicanos tenían un terrible dilema: apoyar al millonario (y hundirse con él) o negarlo , lo cual facilita el triunfo de Hillary.

El ingreso de Trump a la política es un fenómeno que no pueden comprender. Los integrantes del partido de Abraham Lincoln se sienten mal porque les faltó reflejos para detener al empresario. Lo peor de todo es que ellos no pudieron construir un tercer candidato que los representara dignamente. Los republicanos están abatidos porque saben que van a perder, y saben que merecen ese triste destino.

El triunfo de Trump en las primarias ha sido contundente, nada lo detuvo, inclusive el rechazo de sus partidarios. John Bohenner, figura tradicional republicana, lo llamó 'Lucifer en persona'. El magnate también es nombrado como el 'Anticristo' y 'El nuevo Adolf Hitler'. Los intelectuales invitan a la ciudadanía estadounidense a comprender la razón por la cual Trump llegó hasta ese punto, reflexionar sobre ello, y no votarlo.

El empresario representa lo peor de los norteamericanos y los intelectuales creen que todavía están a tiempo de detenerlo en noviembre próximo.

Trump amenazó con que si no lo votan, Estados Unidos será como Venezuela o Argentina. Es otro insulto dirigido a nuevos países: ya ha insultado a los mexicanos y a los latinoamericanos en general. También tuvo exabruptos contra las mujeres, los musulmanes y los asiáticos. Esa personalidad es la que genera rechazo en la opinión pública internacional, porque propicia división entrelospaíses.