El grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) asumió este domingo la autoría de la masacre en el club nocturno gay de Orlando, Pulse; mediante un comunicado emitido por la agencia de noticias Amaq; que mantiene vínculos directos con la organización extremista yihadista. Si bien, la responsabilidad del ataque no fue admitida directamente por el ISIS, dicha agencia suele anticiparse a los anuncios formales de la milicia extremista.

En efecto, según la agencia de seguridad federal (FBI), el autor del atentado, Omar Mateen, momentos previos a perpetrar el ataque el sábado a la madrugada; realizó una llamada al número de emergencias 911 y juró lealtad al grupo terrorista (EI).

Además, hizo referencia a los dos hermanos que pusieron una bomba durante la maratón de Bóston en el 2013.

El homicida era de origen estadounidense, hijo de padres afganos y tenía 29 años. Las autoridades policiales, indicaron que Mateenpresentaba antecedentes ideológicos que los vinculaban con el ISIS. En el 2013, según diario Jornada, fue investigado por manifestar su apoyo al grupo terrorista, a través de las redes sociales y; en 2014, por la propensión a cometer un atentado suicida, que finalmente fue desestimado por el FBI, tras considerar la información como “no concluyente”.

El ataque en el club nocturno gay, causó la muerte de 50 personas y 53 heridos, se trata de la masacre más cruda en la historia de Estados Unidos, desde el atentado de las Torres Gemelas, en 2001.

En cuestión de minutos, alrededor de las 2 de la madrugada, se produjo un cruce de disparos entre Mateen y un agente de seguridad que se encontraba dentro del boliche; poco después, el homicida ingresó al local y comenzó a disparar, tomando rehenes a su paso.

Según el testimonio de una de las personas que estaban dentro del bar, Jackie Smith, el atacante llegó y “empezó a disparar a todo el mundo.

Tenía un fusil automático, así que no había forma de pararlo. Lo único que pude hacer es huir de allí”, expresó la mujer; quien además vio que dos de sus amigos fueron alcanzados por las balas.

Mientras, los demás jóvenes se tiraban al piso y se arrastraban hacia la cabina del Dj, para resguardarse de los disparos. Algunos, lograron derribar una pared que separaba el área de la discoteca, de un sector reservado para los trabajadores y pudieron escapar por la parte trasera del salón.

Horas más tarde, a las 5 AM, las autoridades enviaron a un equipo de policías de élite que ingresó al local, mató al homicida y liberó a 30 rehenes.

En tanto, líderes mundiales e integrantes de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero) repudiaron el ataque, incluso el Papa Francisco manifestó su rechazo hacia la “locura homicida” del autor de la masacre y condenó el “odio sin sentido”.