Un hombre irrumpió a los tiros, en esta madrugada, en una discoteca gay y asesinó a 50 personas e hirió a otras 53, hasta ahora. La masacre ocurrió en la ciudad de Orlando, estado de Florida. El criminal fue abatido por la policía durante el tiroteo. El asesino fue identificado como Omar Matten, 30 años, neoyorquino, hijo de padres afganos. El local atacado es un club nocturno gay llamado 'Pulse' y goza de gran popularidad en esa ciudad estadounidense.

Lo que está en duda es la razón del crimen: el asesino era musulmán, por lo que el móvil sería religioso.

También era homofóbico, por lo que esa podría ser ésa la causa. Incluso ambas características, al mismo tiempo, pudieron haber sido el argumento de esta tragedia. El padre del asesino dice que su hijo mató a toda esa gente porque era homofóbico, que no hay motivación religiosa. El progenitor relató que hace dos meses el criminal vió en Miami dos hombres besándose, lo cual le molestó mucho.

'Pulse', la discoteca gay donde ocurrió la masacre, es un local muy prestigioso entre la comunidad gay. Fue fundado en 2004, no sólo con la intención de divertir a la gente sino de concientizar acerca del SIDA a la comunidad LGBT. El club era famoso por sus shows y por las performances de artistas 'drag queen'.

Todas las noches se celebraba una fiesta con temáticas diferentes. Justamente, la temática de este último sábado era la 'fiesta latina' dirigida a esa comunidad.

El presidente Barack Obama dijo que sus rezos están con las víctimas y sus familiares. Describió a la masacre como un hecho de odio y terror. Enviará todo el apoyo logístico al estado de Florida para el pronto esclarecimiento del caso.

Desde el Vaticano, el Papa Francisco manifestó su dolor y perturbación ante esta tragedia. El Sumo Pontífice ora por el alma de las víctimas y por el dolor que están viviendo sus familiares. Calificó a este crimen como 'odio insensato y locura homicida'.

El Estado islámico reivindicó el hecho, aclarando que los musulmanes condenan la homosexualidad.