En las tertulias de Radio Nacional de España le escuché decir a Enric Juliana, Director Adjunto del periódico catalán "La vanguardia", que "estando el Rey en los Estados Unidos y el presidente Rajoy en la China más que aprobar la ley de consultas, el parlamento catalán debería haber aprovechado para declarar la independencia". A los tertulianos de radio Nacional, en amplia mayoría siempre en contra del referéndum catalán, no les quedó otra que largarse a reír. Enric Juliana aclaró que se trataba de una broma y la tertulia siguió adelante por los derroteros de siempre; es decir que Artur Mas ataca y Mariano Rajoy se defiende.

Lo cierto es que una vez aprobada, por mayoría en el Parlamento de Catalunya, la Ley de Consultas y firmada por el actual Presidente de la Generalitat, Artur Mas, al Gobierno Central de España, con sede en Madrid, no le queda más que presentar de inmediato un recurso ante el Tribunal Constitucional y esperar a que éste declare inconstitucional dicha ley, y por ende también ilegal el referéndum por la independencia de Catalunya convocado para el día 9 de noviembre próximo.

Acerca de esta negativa e inmovilidad del gobierno a moverse de su postura fue interrogado por una periodista de Televisión Española Artur Mas. El Presidente de la Generalitat respondió que "los catalanes no pretenden saltarse ninguna ley ni violar la constitución española, solo quieren manifestar su opinión acerca de cómo y en qué país quieren vivir".

Dicho de esta manera y escuchado sin la turbulencia política y económica que rodea a todo este proceso de cambios en Catalunya no suena mal, las palabras de mas parecen bastante sensatas. Sin embargo una periodista y entrevistadora de la Televisión Catalana interrogó a Más acerca de los posibles resultados del referéndum, en caso de realizarse, y en inteligente alusión al resultado negativo, en contra de la independencia de Gran Bretaña, en el reciente referéndum de Escocia.

Artur Mas balbuceó un poco y luego tuvo que admitir que por supuesto, pese a que el referéndum catalán no es de carácter vinculante, aceparía un resultado negativo porque en última instancia se trata de un "juego democrático". En todo caso, agregó el President, se trata de un proceso que ya se ha iniciado y que no se detendrá, más tarde o más temprano el pueblo Catalán podrá decidir sobre su futuro".

¿Qué pasaría si resulta un resultado parejo? Es decir mitad y mitad, como se especula que suceda en caso de producirse el famoso referéndum. Pues Artur Más dijo que aquí habría que andar con mucho cuidado porque se trataría de una sociedad dividida, por lo tanto habría que establecer alianzas y saber interpretar el sentir de aquellos ciudadanos, que "si bien se sienten Catalanes", tienen, o le han metido miedo a independizarse del Gobierno Central de España.

Con todo, como adelantábamos en el titular, Catalunya está viviendo un momento histórico, sumamente interesante a todo nivel, tanto social como político, que está atrayendo a muchos medios de prensa de todo el mundo y obligando a seguir sus acontecimientos.

Con toda certeza que estamos muy lejos de una Catalunya independiente de Madrid, al menos mientras gobiernen en España los Populares o los Socialistas del PSO. Lo que quieren los catalanes requiere de un estado moderno, con otra visión democrática, donde los intereses y el sentir de las personas se pongan por encima de intereses partidistas y económicos puntuales. De momento está todo mezclado. El fracaso al SI a la independencia, en el reciente caso del referéndum en Escocia, es un claro ejemplo.

Momento histórico en Cataluña

Aprobada la "Ley de Consultas" el Gobierno Popular deberá actuar

En las tertulias de Radio Nacional de España le escuché decir a Enric Juliana, Director Adjunto del periódico catalán "La vanguardia", que "estando el Rey en los Estados Unidos y el presidente Rajoy en la China más que aprobar la ley de consultas, el parlamento catalán debería haber aprovechado para declarar la independencia".

A los tertulianos de radio Nacional, en amplia mayoría siempre en contra del referéndum catalán, no les quedó otra que largarse a reír. Enric Juliana aclaró que se trataba de una broma y la tertulia siguió adelante por los derroteros de siempre; es decir que Artur Mas ataca y Mariano Rajoy se defiende.

Lo cierto es que una vez aprobada, por mayoría en el Parlamento de Catalunya, la Ley de Consultas y firmada por el actual Presidente de la Generalitat, Artur Mas, al Gobierno Central de España, con sede en Madrid, no le queda más que presentar de inmediato un recurso ante el Tribunal Constitucional y esperar a que éste declare inconstitucional dicha ley, y por ende también ilegal el referéndum por la independencia de Catalunya convocado para el día 9 de noviembre próximo.

Acerca de esta negativa e inmovilidad del gobierno a moverse de su postura fue interrogado por una periodista de Televisión Española Artur Mas. El Presidente de la Generalitat respondió que "los catalanes no pretenden saltarse ninguna ley ni violar la constitución española, solo quieren manifestar su opinión acerca de cómo y en qué país quieren vivir". Dicho de esta manera y escuchado sin la turbulencia política y económica que rodea a todo este proceso de cambios en Catalunya no suena mal, las palabras de mas parecen bastante sensatas. Sin embargo una periodista y entrevistadora de la Televisión Catalana interrogó a Más acerca de los posibles resultados del referéndum, en caso de realizarse, y en inteligente alusión al resultado negativo, en contra de la independencia de Gran Bretaña, en el reciente referéndum de Escocia.

Artur Mas balbuceó un poco y luego tuvo que admitir que por supuesto, pese a que el referéndum catalán no es de carácter vinculante, aceparía un resultado negativo porque en última instancia se trata de un "juego democrático". En todo caso, agregó el President, se trata de un proceso que ya se ha iniciado y que no se detendrá, más tarde o más temprano el pueblo Catalán podrá decidir sobre su futuro". ¿Qué pasaría si resulta un resultado parejo? Es decir mitad y mitad, como se especula que suceda en caso de producirse el famoso referéndum. Pues Artur Más dijo que aquí habría que andar con mucho cuidado porque se trataría de una sociedad dividida, por lo tanto habría que establecer alianzas y saber interpretar el sentir de aquellos ciudadanos, que "si bien se sienten Catalanes", tienen, o le han metido miedo a independizarse del Gobierno Central de España.

Con todo, como adelantábamos en el titular, Catalunya está viviendo un momento histórico, sumamente interesante a todo nivel, tanto social como político, que está atrayendo a muchos medios de prensa de todo el mundo y obligando a seguir sus acontecimientos. Con toda certeza que estamos muy lejos de una Catalunya independiente de Madrid, al menos mientras gobiernen en España los Populares o los Socialistas del PSO. Lo que quieren los catalanes requiere de un estado moderno, con otra visión democrática, donde los intereses y el sentir de las personas se pongan por encima de intereses partidistas y económicos puntuales. De momento está todo mezclado. El fracaso al SI a la independencia, en el reciente caso del referéndum en Escocia, es un claro ejemplo.