El consumo de drogas puede ser dañino para la Salud, sobre todo si se realiza de forma continuada, llegando a convertirse en un hábito. El problema de estas sustancias es que se convierten en un hábito con relativa facilidad: resulta que, por un lado, tienen efectos agradables, llevando a las personas a auténticos estados de euforia y a experimentar sensaciones que, muy probablemente, de otro modo no experimentarían.
Sin embargo, por otro lado, son adictivas. Es decir, la persona que las consume, primero convierte el consumo en una especie de hábito y luego, a causa de este consumo habitual, la persona se hace físicamente dependiente de la sustancia: enferma si no la consume.
Paradójicamente, su consumo deteriora física y psicológicamente.
Este es el gran problema de las drogas. Para evitarlo o para solucionarlo, aunque no está claro para qué en realidad, el consumo, venta, distribución, tenencia, etc. está prohibido en todos los países del mundo. Por supuesto, hay algunos en el que determinadas drogas están permitidas. Por ejemplo, el alcohol y el tabaco están legalizados en la inmensa mayoría de países, mientras que la marihuana solo lo está en un puñado.
A pesar de la prohibición de las drogas en prácticamente todos los países, resulta que en la inmensa mayoría de ellos, el consumo de drogas y los problemas de salud y delictivos asociados a su ilegalización (sobredosis, robos, secuestros, etc.) figuran entre sus principales problemas.
Sobre todo en Colombia o México, pero también en Argentina.
Desde esta perspectiva, se ha pronunciado Ricardo Lagos, ex presidente de Chile en una entrevista publicada hoy en "Qué Pasa", un semanario peruano. Para él estas políticas prohibicionistas son un fracaso, que no han hecho más que llenar las cárceles de presos. El ex mandatario chileno opina que los problemas generados por su consumo se reducirían legalizando todas las drogas.
Del mismo modo que se prohíbe la venta de tabaco y alcohol a los menores de edad en prácticamente todo el mundo, se puede hacer con el resto de drogas, algunas de las cuales son menos perjudiciales que estas dos. Este es el caso de la marihuana. Pero, en cualquier caso, Lagos piensa que deberían legalizarse hasta las más duras, tales como la cocaína.
El dinero destinado a las políticas prohibicionistas, tal como el empleado en cárceles, se destinaría a campañas de prevención.
Para el ex presidente Lagos la legalización de todas las drogas debería ser llevada a cabo de manera progresiva. De este modo, se empezaría con la marihuana y, una vez esta esté asentada, se pasaría a otras drogas, como la cocaína.