Más de 2 millones de descargas lleva ya el nuevo disco de U2. Descargas gratis. ¿Y tal cosa no es motivo de denuncia sino de alborozo? Exacto, porque Apple, la compañía que acaba de poner a la venta en el mercado el iPhone 6 y su Apple Watch (el reloj de pulsera inteligente que requiere de un iPhone para que todas sus funciones se activen) llegó a un acuerdo con Universal, para que uno de sus grupos más célebres, U2, lanzasen su nuevo disco en la presentación del evento y de paso, poner a disposición de los usuarios de iTunes este último trabajo, Songs of innocence, completamente gratis hasta el día de su puesta a la venta de manera tradicional: el 13 de octubre.
Una operación de marketing absolutamente perfecta en la que todos salen ganando.
La cantidad de dinero convenida entre Apple y Universal para que esta operación pueda ser posible y U2 no se vea perjudicado no ha trascendido oficialmente, pero se habla de unos 100 millones de dólares, cifra que parece razonable si tenemos en cuenta que cualquier usuario de la plataforma musical y cinematográfica de Apple puede tener acceso al disco sin pagarlo.
Toda una revolución en el mundo de la industria musical, algo que los usuarios llevan tiempo pidiendo y las discográficas desoyendo, por lo que tienen que ser los propios músicos los que muchas veces decidan el destino de sus trabajos sin tener en cuenta las exigencias de quienes les graban los discos.
Precios más bajos de lanzamiento para evitar la piratería parece muy fácil de proponer pero muy difícil de cumplir. Y ante las evidentes cifras de que las descargas ilegales van a más, los grupos o cantantes solistas se lanzan a soluciones que ven factibles y que el público agradece, caso de Radiohead, cuyo álbum In Rainbows se puso a la venta al precio que el usuario quisiera pagar por él, o de Planet Earth, el último trabajo de Prince, que daba gratis con el periódico Daily Mail.
Hasta Beyoncé decidió adelantar la salida a la venta de su último disco, Visual, y sin contar con su compañia lo lanzó ella misma en iTunes, aunque, eso sí, no era gratis como el de U2.
Nuevos tiempos requieren de nuevas estrategias de venta, entre otras cosas porque ya no existe un solo soporte para las canciones y películas, sino varios.
Por lo tanto, y además de la consabida recaudación por las giras de conciertos, y dado que es bonito tener en tu dispositivo los discos de los grupos que te gustan, estaría bien que además de los cantante las compañías estuvieran por la labor de cambiar el mercado. A ver si algún día es posible y no tenemos que limitarnos a una excepción, de vez en cuando, que siga confirmando la regla.