El gran hotel Budapest es el trabajo que pone a Ralph Fiennes de nuevo a las puertas del Globo de Oro, un premio que no ha conseguido todavía pese a haber sido candidato a él en cuatro ocasiones, la primera de ellas como mejor actor secundario por La lista de Schindler. Tres años más tarde lo fue por El paciente inglés y posteriormente por Bernard and Doris en su única candidatura por un trabajo televisivo, y por último, como secundario, una vez más, por La duquesa, junto a Keira Kinghtley. Ahora, el director Wes Anderson le ha conseguido su quinta nominación, para la cual tiene muy pocas posibilidades frente al Michael Keaton de Birdman, la favorita con mayor número de candidaturas, pero su Mr.
Gustave es tan retorcidamente delicioso que bien puede conseguirle el galardón.
Ralph Fiennes, el actor inglés que Steven Spielberg nos descubrió gracias a su interpretación de Amon Goetz, ese temible miembro de las SS que en La lista de Schindler se dedicaba cada mañana al tiro al judío nada más levantarse de la cama. Lo conocimos en blanco y negro, tal y como Spielberg rodó la película, pero luego lo vimos en color en el resto de sus trabajos y en ambas opciones estéticas ha demostrado un talento fuera de lo común. Posiblemente los jóvenes lo conozcan mejor debido a su papel del malvado Lord Voldemort en la saga Harry Potter, pero los amantes del Cine lo tienen más presente gracias a las cintas antes citadas o a otras como El fin del romance, El dragón rojo o El jardinero fiel, otro de sus títulos realmente míticos.
Actor entregado a la interpretación, con unos registros portentosos, acostumbra a ser un buen reclamo en los repartos y no suele decepcionar cuando empezamos a comprobar de lo que es capaz, ya que posee un talento como del que da sobradas muestras en El gran hotel Budapest, donde nos presenta un personaje oscuro teñido de humor negro y bañado en ironía que se apoya en un trabajo vocal espectacular gracias al cual mantiene un equilibrio perfecto entre la seriedad y el surrealismo.
Una demostración soberbia de que Fiennes no solo domina el drama, también es un maestro en la comedia, género que suele estar ninguneado en los premios, pero los Globos de Oro tienen categorías específicas para él y la cinta de Anderson ha sido una de las más agraciadas en las candidaturas, obteniendo nominación a mejor película, director, actor principal y guión, las cuatro más importantes a las que puede acceder un largometraje. El día 11 de enero de 2015 sabremos si alguna de ellas se transforma en galardón, pero por lo menos Ralph Fiennes ya cuenta con este reconocimiento por su gran trabajo.