El prestigioso director Tim Burton se ocupó de llevar a la pantalla grande la historia de la artista Margaret Keane y su marido Walter Keane. 'Big Eyes' hace foco en el Fraude millonario protagonizado por la pareja.

La película narra la historia del matrimonio entre las décadas del 50´ y 60´, en Estados Unidos, centrándose en el éxito comercial de los retratos de niños con ojos grandes y tristes.

Durante los años 60', Walter Keane se ocupó de la promoción de las obras construyendo una fortuna.

Amy Adams, quien le da vida a Margaret en el filme, ganó un 'Globo de Oro' por su interpretación. Del mismo modo, la actuación de Christoph Waltz como Walter Keane, le valió una nominación a la estatuilla.

Spoiler Alert

'Big Eyes' muestra a la artista como una mujer tímida e introvertida y a Walter como una persona extrovertida, manipuladora y calculadora. Ella pintaba cuadros de niños apenados, solitarios y desconsolados, con ojos desproporcionadamente grandes para el tamaño de sus rostros.

Él era un pintor frustrado.

Las ventas de estas obras no tardaron en llegar, y Walter se atribuyó la autoría de las mismas. Creaba historias para alimentar su figura de artista internacional. Asimismo, también se ocupaba de la difusión de los lienzos y de tener presencia en los medios de la época.

La película plantea, en un principio, cómo la pareja se puso de acuerdo para llevar adelante el fraude y cómo ella vivía atormentada por el secreto. Tim Burton se interesó en la historia por ser admirador de la artista.

Finalmente, luego de más de una década de silencio, Margaret confiesa ser la autora de los cuadros en una entrevista radial y demanda a Walter Keane, ex marido para ese entonces.

La disputa se dilucida en la corte, cuando el juez les pide a ambos que hagan un dibujo estilo 'Big Eyes'. El resultado fue contundente.

El juez falla a favor de la artista y se termina por develar uno de los secretos mejores guardados del mundo del Arte, el fraude millonario de los cuadros 'Big Eyes'.

Con un estilo cinematográfico conciso y unas actuaciones dignas de elogios, Tim Burton llevó a la pantalla grande la historia, reivindicando la figura de la artista plástica Margaret Doris Hawkins.