Cualquier persona puede ver “RickyEspinosa: El Documental” pero no cualquiera puede comprenderlo. Desde que elmaterial audiovisual fue publicado en YouTube por su realizador, Juan PabloDuarte, escucho y leo dos clases de comentarios. Por un lado, quienes agradecenel trabajo hecho para homenajear y recordar de la mejor manera al líder deFlema y, por otro, quienes buscan superar su complejo de inferioridaddenostando a alguien que ya no está físicamente y preguntando, cuales expertosen Música y Arte, cómo es posible que Ricky sea considerado cantante (sicantaba feo) o artista (¿arte eso?).

Los que se alarman ante la estética yel estilo musical de uno de los íconos del punk nacional son los mismos queaceptan inmóviles y complacientes que nos llenen la televisión, la radio y lasrevistas de músicos artificiales, empresarios y especuladores. Es positivo que haya artistas que puedan vivir de lo que les apasiona, lo que inquietason las personas que se creen jueces capacitados para dictaminar lo que es o noarte. Es un debate viejo, infinito y un poco aburrido.

El documental sobre Ricky fue hechosin fines de lucro, de manera independiente y con la intención de quecualquiera pueda verlo, de manera gratuita, por Internet. El trabajo realizado por Juan Pablo Duarte reivindicaa Ricky como artista y como persona a través de la recopilación de fotos,vídeos y audios (algunos inéditos) que permiten recorrer la infancia, juventudy adultez de un transgresor, sensible y apasionado, que no se sentíaidentificado con las normas y las exigencias de una sociedad hipócrita. Además, contieneentrevistas a personas que conocieron a Ricky en lo profesional y lo personal yque comparten anécdotas y recuerdos.

Meche, exnovia de Ricky, es una de las voces del vídeo y cuenta: “A Rickylo recuerdo como un artista intenso, sensible, creativo. Tenía el talento dedecir cosas muy profundas de una manera muy simple, ingeniosa y con humor”. También aparecen Orlando Espinosa, padre deRicky; Juan Fandiño, guitarristafundador de Flema; Dudú, cantante de Sin Ley; Fernando Rossi, bajista y actualcantante de Flema; entre otros.

La mayoría coincide en destacar su creatividad,su inteligencia y la profundidad de sus composiciones, así como la explosividadde su personalidad, que hacía que a veces se necesitara de mucha paciencia paragrabar con él.

Por otra parte, el documental se ve atravesado por la impotencia y latristeza que generó en la familia y amigos de Ricky la publicación del libro “Rickyde Flema.

El último Punk”, de Sebastián Duarte. “En ese libro no se habla de lasensibilidad de Ricardo, de la honradez, de la capacidad de trabajo, de laconvicción y de la valentía de Ricardo”, dice el padre del ex cantante deFlema. Por otra parte, el actual vocalista de la banda sentencia: “Ese chabóndel libro, el que describe el libro, no es mi amigo”, y luego agrega: “Más valeque tenía su personalidad bardo y todo pero si lo bancabas era porque tenía uncorazón enorme”.

El documental sobre Ricky nos permite aproximarnosa lo que fue la vida de un compositor y músico apasionado. Aalgunos puede gustarle su legado, a otros no, pero lo importante es el respetoy cariño con el que merece ser recordado tanto por sus seres queridos como porsus seguidores.

Ya el propio Ricky lo decía en una entrevista del ’98: “No creo que seamos una banda para la masa.Solo unos pocos pueden entender Flema y el mensaje que queremos dar. Me quedocon esos pocos”.