Muchos artistas han sido conocidos por ser consumidores de Drogas y en varios casos por haber terminado con graves consecuencias producto de adicciones. No es sorpresivo enterarse que, por ejemplo, alguna estrella de la música de otros tiempos haya consumido marihuana. Como es el caso de Bob Marley quien profesaba una religión cuya práctica tenía que ver con fumar esta hierba.
Lo que sorprende es que hay que ir mucho más lejos en la historia para encontrarnos con otro caso de un prestigioso artista. En esta oportunidad se trata del dramaturgo, escritor y actor más prestigioso y conocido a nivel mundial, William Shakespeare; que se cree que pudo haber usado la marihuana como inspiración para la creación de sus obras.
Una reciente investigación realizada por científicos africanos en su casa natal, ubicada en Stratfort-upon-Avon (Reino Unido), revela que había restos de marihuana y cocaína.
Según el portal "Trome" los restos de drogas fueron encontradas en 24 pipas diferentes, mediante una técnica capáz de detectar sustancias sin importar cuanto tiempo tienen. Sin embargo, no es concluyente para afirmar que efectivamente Shakespeare haya sido consumidor de dichas sustancias.
Es muy posible que el dramaturgo dada la época, desconocía que lo que estaba haciendo era "drogarse" y que haya utilizado sus efectos para inspirarse. En el siglo XVII era común fumar en el Reino Unido hierbas en pipa, pero se ignoraba hasta el momento, que entre ellas estaba incluida la marihuana.
No obstante, investigaciones arrojan como resultado que el primer uso de la marihuana con finalidades medicinales data del año 2737 antes de Cristo, en los escritos del emperador chino Shen Nung. Y que fueron los musulmanes, los que más adelante le darían usos para momentos de recreación y la popularizarían, haciendo que se extienda a Persia del S.XII.
De todas formas, no se puede saber con certeza si las magníficas escrituras de Shakespeare tuvieron que ver con el uso o abuso de la marihuana u otra sustancia. Lo que si se puede afirmar, es que claramente su brillantés nada tuvo que ver con ello.