El colecho es una práctica que consiste en que el bebé o niño duerma en la misma cama que sus padres. Hoy en día, es muy común que muchos famosos confiesen que lo llevan a cabo. Entre ellos Paula Chaves y Pedro Alfonso, Pampita y Benjamín Vicuña por nombrar algunos casos puntuales. Esto a dado lugar al debate acerca de si es bueno o malo que los hijos duerman en el mismo lugar que sus padres.
Dos posturas claras se presentan, aquellos que están a favor que practican la denominada "crianza con apego" o "crianza en brazos" que defienden el colecho por considerar que se forma mayor solidez en el vínculo afectivo y que en los casos que la madre amamanta a su hijo es más cómodo que tener que sentarse hasta que se duerma, ya que todo se resuelve sacando el pecho y listo, ambos se vuelven a dormir con tranquilidad.
Y los que no practican colecho, que los motivos son que necesitan tener privacidad con su pareja, que les da miedo aplastar al bebé mientras duermen, que sienten que no hay comodidad para ningún miembro de la Familia ya que nadie descansa bien. Un punto también que tienen en cuenta es ¿hasta cuándo? muchos padres no llevan a los bebés a su cama por miedo que después no se los pueda sacar más de ella.
Ahora bien, ninguna de las dos posturas parecen estar erradas. Si nos ponemos a pensar en que un bebé necesita de su madre las 24 hs para que cubra todas sus necesidades y claro está que no sólo se trata de cambiarle los pañales, darle de comer y dormirlo, sino que se trata de darle amor ya que es fundamental para que se sienta a salvo y protegido. El cuerpo con cuerpo con la mamá no lo puede reemplazar absolutamente nada, su piel, su aroma, el latido de su corazón que conoce desde adentro.
Pero también es cierto que para que una madre pueda estar a cargo de su bebé de manera efectiva, es necesario que ella descanse y que se sienta bien para poder llevar adelante tan ardua tarea y si ella o su pareja no descansan cómodos ya sea por el espacio reducido de la cama o por miedo de aplastar al bebé, entonces el colecho no funcionará en este caso.
Lo mejor que se puede hacer es que cada miembro de la familia se habitúe al otro, que vayan fusionando de la manera más natural posible sin presiones y sin severidad porque sólo obtendríamos el efecto contrario y por lo tanto nadie saldría beneficiado. Hay que encontrar el término medio, a veces nuestro bebé puede dormir con nosotros y otras probaremos intentar que lo haga solo en su cuna o en su habitación, cuando ya haya pasado el peligro de la muerte súbita. Y cuando sea ya un niño, explicarle que tiene derecho a su privacidad y por lo tanto de tener su habitación en donde los padres deban golpear antes de entrar y en donde pueda descansar guardando su intimidad.