Pieza plástica impacta desde un principio por sus interpretaciones exacerbadas y disparatadas, y contiene todos los elementos necesarios para representar a la familia contemporánea. De empatía inmediata, el público disfruta estas escenas exageradas de conflictos y peleas en el seno de un hogar con integrantes alocados, que nos demuestran que tan irreal puede ser las relaciones en la convivencia de nuestra época.
Todo en la puesta esta enfatizado y exaltado para dar entidad al hecho que a veces la familia es una fachada quimérica, una realización plástica como el título a la obra.
Tres singulares personajes que se presentan moderados y sonrientes, pero con la cualidad que pueden mutar y convertirse en impulsivos en un instante, son los pilares de esta insensata familia. Ulrike, una joven madre, enérgica y combativa que contrasta con su marido Miguel, un profesional de la salud con aspiraciones de médico de frontera, reservado y dócil. Y Vincent, el adolescente de la familia, inocente, amante de la tecnología que con cámara en mano filma todo momento y situación.
La historia comienza cuando la nueva empleada Jessica llega al lugar para hacer las “cosas de la casa”, y revoluciona el ambiente. Otro gran personaje es el artista moderno Serge Haulup, jefe de Ulrike, liberal y desestructurado que provoca en dicho grupo todo tipo de utopías.
Un texto complejo y divertido en una acertada dirección de Luciano Caceres, comandando un elenco perfecto en sus interpretaciones, Ulrike, la radical señora de la casa (Brenda Gandini); Miguel, el permisivo padre (Joaquín Berthold); Vincent, el pueril adolescente (Santiago Magariños), Jessica, su empleada doméstica con un exquisito acento extranjero (Shumi Gauto) y Serge Haulupa, el dadivoso artista plástico (Eduardo Cutuli).
Una escenografia sencilla, pero practica a la puesta, una serie de puertas que se abren y cierran a cada entrada de las figuras. Ingeniosa y profunda.
La obra formo parte del Festival Internacional de Dramaturgia Europa + América del Goethe Institute, pero ahora se puede disfrutar en las funciones de todos los sábados a las 23hs hasta setiembre en la sala del Ciudad Cultural Konex, en la calle Sarmiento 3131(Abasto) de nuestra ciudad. Con elementos de absurdo, sátira y crítica social, la obra es una interesante oportunidad para conocer dramaturgia de origen alemán. Recomendable.