Este 25 de diciembre el periodista Boris Leonardo Caro ha escrito para Yahoo Argentina una nota en que un australiano llamado Donald Ritchie ha evitado 160 muertes. Cuando leemos una noticia así, a toda la gente le llena de gozo y felicidad en el corazón. Que una persona logre que un semejante no se quite la vida es todo un triunfo mayúsculo dado que en esta época del año las personas suelen sufrir angustias y depresiones por sentirse sin ganas de luchar en la vida.

Donald Ritchie un día le dijo a su hija: "Nunca subestimes el poder de una palabra amable y una sonrisa" y eso es porque la gente necesita sentir esa palabra dulce en su vida, que alguien se ha preocupado por ellos, al menos por unos momentos, de aquella persona que se siente desesperada, que en un momento de su vida no quiere vivir ni estar en este mundo, cuando en realidad su misión es hacer muchas cosas para aprender y sentirse bien.

Pero, ¿por qué no sonreír compartiendo un chiste para que reaccione y se ría contigo y que no todo en la vida tiene que ser triste? Recordemos, el adagio popular que dice que hacer el bien a otras personas es edificarse a sí mismo. Hay almas que necesitan de otras almas para sentirse bien. Las obras que hacemos no tienen por qué anunciarse con bombos y platillos, ni publicarse en un libro de Guiness porque hemos salvado en este caso a 160 personas del suicidio.

Todos necesitamos esa palabra de aliento en esta época del año, porque muchos nos podemos reunir con la familia o amigos compartiendo una mesa llena de alimentos, de risas, de chistes; pero, también hay quienes viven solos, que no tienen Familia, y pues si podemos llevar una palabra y una sonrisa para compartirla con esas personas pues aprendamos a compartirla.

Hoy puede ser que tengamos esa hermosa familia y amigos, quizás tengamos hasta regalos, podamos tener una comida caliente o fría y beber, y mañana… nos toque descubrir que estamos solos o solas y no tengamos ni ganas de vivir porque la alegría ya no se dibuja en nuestras caras para las fiestas.

Donald Ritchie, que ha sabido manejar la psicología del suicidio ante las personas que carecían de tener ganas de vivir, les ha persuadido para que desistan de esa idea macabra.

En realidad, podemos decir que siempre tenemos ángeles a nuestro alrededor, que nunca estamos solos, que nuestra soledad es interna, que hay otras opciones para no estar solos. ¿Por qué no invitar a esa persona viuda o viudo que es tu vecino, a aquella persona que está en la calle que ni siquiera tiene para comer y nosotros sí?

¿Por qué no cambiar nuestra actitud? Hagamos algo diferente, no nos quedemos solos, averigüemos sitios donde se reúna gente sola, invitemos a alguien que no conozcamos, tengamos unas fiestas diferentes.