No importa si participan de los partidos, lo importante es que cobren sueldo -si juegan mejor para su valor en el mercado-. Muchas veces se ven casos como el del círculo vicioso que involucra a Colón, Defensa y Justicia, Godoy Cruz, Racing, Independiente, Arsenal y algún que otro club mexicano que rotan Dts y jugadores de un club a otro.
Ese círculo vicioso es de Cristian Bragarnik, uno de los representantes más poderosos del fútbol argentino -con contactos en Mexico, España, Italia, Suecia , entre otros paises- que representa a más de 40 jugadores según la página de su empresa Score Futbol (entre ellos Hector "Tito" Villalba, Brian Fernández, Victor Malcorra, Juan M. Lucero, Washinton Camacho, Gustavo y Walter Bou).
También maneja el futuro de varios técnicos importantes como Antonio Mohamed, Diego Cocca, Jorge Almirón, Carlos Mayor y una lista interminable.
Casos como el de Bragarnik sobran en nuestro fútbol de hoy. También es una de las causas del debilitamiento del nivel del fútbol argentino, porque lo que quiere el representante es que su jugador tenga contrato y ocupe un lugar como profesional en algún club.
Esto lleva a que los clubes incorporen a esos futbolistas "tapando" a los jugadores de las inferiores que en algunos casos no tienen representante o son representados por el padre.
Como es el caso de Sergio Velázquez, actual jugador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, que pasó por Defensa y Justicia, Godoy Cruz y recaló en el "Lobo" en el último mercado de pases y se pueden contar con una mano los partidos jugados en el campeonato actual.
O Nelson Acevedo que llegó a Racing como figura de Defensa y Justicia y apenas tiene minutos en cancha. En Colón de Santa Fé en la presidencia de Lerche hubo más de 10 jugadores de Score Futbol, de los cuales siete pasaron a Defensa y Justicia.
Por lo tanto, el armado de los planteles lo manejan los representantes ofreciendo jugadores a los dirigentes, pero claramente los que más se benefician con el tráfico de jugadores son los primeros. Los que manejan a los jugadores son totalmente ajenos a la realidad económica, institucional y diaria de los clubes.
Los "proyectos" son marcados por estos empresarios y no como deberían ser. Las dirigencias se deberían encargar de los verdaderos proyectos, invertir lo que se invierte en pagar sueldos millonarios en: las inferiores, mejorar sus instalaciones y tener más disciplinas deportivas para los socios.
Estos no son cambios que se verán de un día hacia otro sino a lo largo de los años, cuando los jugadores surgidos de los clubes jueguen y sean parte de los planteles superiores.
Cada vez que suenen los nombres para esos clubes nombrados y cualquier club buscá y mirá más allá del pase del jugador, porque un negocio muy grande está detrás de cada futbolista.