¿Alguna vez se preguntaron para qué está la tecnología? Hay varias respuestas para esta pregunta, pero en la que hay mayor enfoque en los últimos tiempos es: "la tecnología sirve al ser humano para hacerle la vida más fácil". ¿Será esto cierto, o será que de verdad no nos damos cuenta del significado de dicha frase?

Hacerle la vida más fácil al ser humano, es por ejemplo hacer tareas por él, reemplazar al humano en ciertas labores.

Veamos un clásico caso, en una línea de ensamblaje de una fábrica, reemplazan por máquinas a los trabajadores.

Entonces es cierto que la tecnología nos hace la vida más fácil, ya que sin el esfuerzo humano se pueden producir los productos en esa línea de ensamblaje.

¿Pero, qué sucede con los trabajadores que fueron sustituidos? Lamentablemente, como ya no tienen qué hacer en esa empresa quedan desempleados, y en la familia de cada trabajador entran menos ingresos. Por este problema en la familia van a recortar gastos, van a dejar de darse ciertos gustos y va a comenzar una nueva búsqueda laboral.

En el ejemplo anteriormente dado, la tecnología no los ayudó, no les hizo la vida más fácil, si no que los perjudicó. Y no sólo a cada trabajador, sino también a cada familia de los trabajadores de esa fábrica.

Como podemos ver, la tecnología nos puede perjudicar y no está sólo para hacernos la vida más fácil.

Tiempo atrás los seres humanos vivían sin la tecnología como la conocemos hoy en día. En la actualidad cada ser humano utiliza todos los días de su vida la tecnología. Está muy acostumbrado a usarla y es casi imposible dejarla de lado.

La tiene incorporada a su vida cotidiana, depende diariamente, pero ¿podría vivir sin ella?

Los sueños del hombre hace algunos años eran poder moverse, vivir eternamente y comunicarse sin límites. Esto dio lugar al desarrollo tecnológico, y se fundaron las tres industrias de mayor desarrollo: la automotriz, la farmacológica y la de telecomunicaciones.

En conclusión, la tecnología nos puede llegar a hacer la vida más fácil o cumplir ciertos sueños, como también en algunos casos nos puede perjudicar. El caso del desarrollo de la tecnología para las guerras, es un clásico ejemplo de cómo nos puede perjudicar la tecnología.

Está en cada uno saber qué postura tomar con la tecnología, sabiendo que se va a seguir desarrollando y nunca va a parar.