Por quinta vez el Papa Francisco recibió en audiencia privada a la presidenta de los argentinos, la justicialista Cristina Fernández de Kirchner, el 7 de junio pasado, prolongándose alrededor de dos horas. Fue interesante observar que los medios televisivos italianos de las distintas regiones, destacaron -aún antes de que se produjera la audiencia- que Francisco sentía afecto por Cristina y que él apreciaba al Partido Justicialista.
Así lo constaté y lo expreso como autora de esta nota, habiéndome hallado por entonces en la República de Italia.
Tras la concreción del encuentro, los canales de televisión se refirieron a la calidez con que el Papa trató a Cristina y remarcaron que la audiencia se había extendido por una hora y cuarenta minutos, "superior a lo usual."
Lamentables declaraciones de Carrió
Jorge Bergoglio, sin embargo, fue blanco de fuertes críticas de la aliada del PRO de Mauricio Macri, la radical Lilita Carrió. Sus conceptos formulados desde la Argentina fueron calificados en Italia como orientados por "la ira". Se consideraron "lamentables", al añadir que Carrió siempre se ha preocupado por demostrar una fuerte adherencia al catolicismo. La prensa cuestionó que dijera que el "error del Papa es enorme y falla absolutamente, vuelve al Partido Justicialista, su cuna natal".
Mi tristeza como argentina
Experimenté vergüenza como argentina que una figura política de mi país tuviera repercusión en la televisión italiana con expresiones que están demostrando que, en campaña a las elecciones presidenciales de octubre próximo, en lugar de que preponderen propuestas para gobernar, se utilice el odio.
Carrió señaló que nuestro Papa "ejerce una interferencia indeseable" y manifestó una amenaza:"si él se deja usar es su problema y lo pagará." Además de vergüenza, abrigué una profunda tristeza al ver a Carrió en las pantallas con ese enojo que me pareció fuera de toda lógica y contexto.
Kirchner habló de calidez y cordialidad
El Papa y Cristina Kirchner evitaron dialogar sobre las elecciones argentinas; ella declaró a la prensa italiana que la reunión "fue muy cálida, cordial y estupenda, los dos creemos en un mundo multipolar".
Ambos coincidieron sobre la preocupación por la Paz y el incentivo del sector armamentístico para crear conflictos y evitar soluciones, como tantas veces lo ha reiterado su Santidad. Luego, la Primer Mandataria al arribar a la Argentina, pidió a los candidatos de su partido que no ataquen a nadie, sino que se centren en explicitar a la población lo que harán si llegan a gobernar los destinos del país en los ámbitos nacional y provincial, según dio a conocer la televisión italiana.
Vínculo ameno
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, declaró a la prensa italiana que la cita fue a agenda abierta y que entre Cristina y el Papa hay "un vínculo personal, ameno y cordial que ha sido corroborado en reuniones anteriores".
Asimismo, los medios italianos informaron que el Papa es amigo del actual titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien encabeza una fórmula justicialista para gobernar la provincia de Buenos Aires.
Por último, no quiero dejar por sentado que fue muy gratificante ver al pontífice regalándole a la Jefa de Estado un ícono de la Virgen de la Ternura de la catedral de Vladimir del siglo XI.