Siempre sucede que en algún momento nos ponemos a cuestionar la veracidad de lo que se nos da a conocer, más allá del medio en que nos llega. Podemos cuestionar desde múltiples puntos de vistas como también desde distintas relaciones conceptuales, sin embargo lo que está haciendo furor hace más de una década, no maneja nuestras mismas concepciones ya que es sólo una herramienta, o mejor dicho, un conglomerado indefinido de ellas.

Internet nada sabe de virtualidad o realidad. La ontología, que muchas veces utilizamos sin saber, nos define en relación a la realidad.

Por esto mismo ¿cómo podremos saber dónde empieza lo real y donde lo virtual? ¿La línea divisoria es tan determinante o hay campos muy indefinidos?

Todo lo que creemos se nos aparece primero antes de que, ya sea por hábito o por análisis, decidamos si es o no real. El medio donde se nos aparece puede variar, a este medio también lo pensamos como real o virtual. No es lo mismo algo que está en nuestro campo visual y es observable por nuestros ojos, que algo que está en nuestro campo visual reducido a una pantalla. Sin embargo el análisis y el hábito nos forman a pesar de todas las reducciones observables que se nos presentan.

La primera, el análisis, da certezas de distinta índole en relación con el hábito.

No es lo mismo Internet para una persona que creció acompañado de tal herramienta, que para otra que ya a sus tantos largos años empezó a utilizarlo. Internet como herramienta se apoya además sobre todas las otras herramientas que aporta la informática. El conocimiento de las herramientas es muy importante al considerar la realidad o virtualidad de la información brindada, ya que cambia la o las formas de observarla.

Mientras menos se sabe de las herramientas más se puede incursionar en el error, y a su vez mientras más se sabe, mas borrosa es la línea que divide lo virtual de lo real. Esto por un lado, por otro la costumbre y el hábito que nos condiciona siempre ya que no nos hace observar la información, sino que más bien nos hace reducirla a lo que ya observamos antes.

En este caso el análisis nos es más menester, pero nos resta el precioso tiempo, o mejor dicho nos resta velocidad de decisión.

Donde nos situamos primeramente, con qué actitud encaramos la situación, en que fin o en qué apertura estamos situados nos hace observar las cosas como reales o virtuales. Esto es considerado desde muchos niveles, ya sea conscientemente o no. Internet es la herramienta que globaliza una parte de lo que muchos consideran como real, es parcial. Otra de las partes que consideran lo real es la subjetividad, para algunos parcialmente para otros totalmente, pero sin la parte subjetiva no se puede considerar nada como real o como virtual. La red no es más virtual que lo que nosotros pensamos como tal.