Hace más de un mes, en nuestro país se viene gestando una movilización que promete ser masiva. A pesar de esto, todavía quedan algunas cuestiones que es preciso desenredar, ya que es primordial entender por qué y con quién marchamos.
1- "Ni una menos" es la consigna con la que se convoca a una marcha para manifestar en contra del femicidio, la violencia de género y la impunidad en este tipo de casos.
2- La iniciativa surgió de un grupo de periodistas cansados de cubrir casos de mujeres asesinadas por cuestiones de género.
3- Agrupaciones y diferentes figuras públicas de todo el país se han hecho eco del acontecimiento y les han brindado su apoyo.
4- Se sumaron organizaciones feministas que van por más, ampliando la agenda de la marcha y sosteniendo la lucha por conseguir la reglamentación del aborto legal, seguro y gratuito, entre otros ítems.
5- El objetivo es exigir la profundización de las medidas existentes para terminar con la violencia de género.
6- Se trata de educar, concientizar y asimilar de qué estamos hablando cuando hablamos de violencia de género.
7- Se busca generar responsabilidad en las prácticas cotidianas de la ciudadanía y sobre todo en la de los formadores de opinión.
8- Se entiende por "Violencia de género" toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como privado, basada en una relación desigual de poder, afecte la vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, de una mujer, como así también su seguridad personal.
9- Femicidio es una de las formas más extremas de violencia, es el asesinato cometido por un hombre a una mujer a quien considera de su propiedad.
10- A la figura de femicidio de suma la de "Femicidio Vinculado". Según la Casa del Encuentro, se consideran victimas de femicido, también, a aquellas personas asesinadas al intentar impedirlo y a las personas asesinadas con el fin de castigar y destruir psicológicamente a la mujer a quien el femicida considera de su propiedad.
Es importante resaltar que en el año 2009 en el país se reglamentó la Ley 26.485 de protección integral de mujeres. Actualmente la Ley se encuentra en plena vigencia en todo el país, aunque algunas provincias no se han adherido formalmente. En el debate, la sanción y la reglamentación de la Ley intervinieron activamente todos los Ministerios del poder legislativo y diferentes organizaciones sociales.
A través de la línea gratuita 144 de información, acompañamiento y asesoramiento a mujeres víctimas de violencia; la "Ayuda Directa Urgente", para situaciones de emergencia; y el programa "Ellas Hacen", el Estado nacional pretende materializar la protección a la damas ante situaciones de violencia de género.
Sin embargo, existe un problema de fondo que debe ser resuelto a través de la concientización y la unidad. Se trata de la existencia de una cultura sexista en la que el género masculino tiende a empoderarse minimizando a la mujer, llegando a casos extremos en los que se suponen poseedores de la vida y la integridad de las mismas. Esta problemática, que no se combate con leyes, solo puede resolverse en la educación para la generación de un discurso unívoco que concientice a la sociedad sobre la igualdad planteada desde el derecho como seres humanos, mujeres, hombres, niños y niñas.
Para lograr esta univocidad es fundamental dejar de lado la hipocresía del doble discurso, dejar de lucrar con la figura de la mujer como objeto del deseo, terminar con las ofertas sexuales en los medios y, sobre todo, desenmascarar y reeducar a una justicia machista representada por hombres y mujeres que cuestionan, estigmatizan y revictimizan a las víctimas de esta problemática.
Cada 30 horas en el país una mujer es víctima de femicidio. ¿Hasta cuándo vamos a postergar el cambio cultural que nuestro país necesita? Asumamos el compromiso, exijamos y luchemos.