No queremos ni una mujer muerta, ni violada, ni golpeada, ni abusada, ni censurada, ni callada, ni aislada, ni oprimida por la fuerza de un puño, de una palabra.

Todas las mujeres hoy, 3 de junio del año 2015, nos unimos para decir: "Ni una menos". Este lema, consigna, bandera, es el que une a las mujeres del todo el país para luchar contra la Violencia de género.

Los casos de violencia de género se incrementan cada día, dejando a familias desmembradas, a niños sin madres, a madres viviendo en un estado de infelicidad y sumisión .

Hablamos de violencia física, sexual, económica, psicológica, social. Nos abusan cuando nos obligan a tener relaciones carnales sin nuestro consentimiento, nos abusan cuando nos golpean por no hacer, decir o ser cómo ellos quieren; nos abusan al criticarnos, descalificarnos, desvalorar-nos; nos abusan al gritarnos, insultarnos, maldecirnos; nos abusan al controlarnos, espiarnos, acosarnos; nos abusan al limitarnos el dinero, al explotarnos, al pagarnos menos que a un hombre por el mismo trabajo; nos abusan al denigrarnos, al ignorarnos.

Nos abusan porque necesitan apropiarse de nosotras como si fuésemos un objeto, una pertenencia; nos abusan desde la infancia al tratarnos de princesas, al no regalarnos pelotas, autitos, herramientas; nos abusan al no permitirnos ensuciarnos, jugar, divertirnos; nos abusan al obligarnos a usar pollera en los colegios; nos abusan al decirnos: "vos no podes hacer eso porque sos una nena", y ¡las nenas y los nenes son iguales!, ¡los hombres y la mujeres somos iguales, o distintos pero con los mismos derechos!

La violencia de género debe flagelarse a partir de un paradigma de una idea que una a todas las mujeres, ya que fuimos nosotras las que durante largo tiempo nos hemos señalado las una a las otras, las que hemos repetido con orgullo que nos llevábamos mejor con los hombre porque las mujeres "somos jodidas", las que nos juzgamos mutuamente por salir con más hombres que otras, por llevar la pollera más corta, por hablar libremente sobre temas tabú.

Desde hoy debemos dejar de juzgarnos, comenzar a escucharnos, a respetarnos, y a defendernos. Desde hoy: ¡Ni Una Menos