En la actualidad, el imperio estadounidense se esta disputando el dominio de los recursos del planeta, junto con Rusia y China. Para ello lleva a cabo "acciones guerreristas", de las que nuestro continente no esta ajeno. Dichas "acciones" se desarrollan bajo los argumentos de "ayuda humanitaria", de "lucha contra el narcotráfico" y de la "lucha contra el terrorismo", pero el objetivo real es mantener la dominación en la región y hacerse de sus recursos de agua dulce, petróleo y minerales. Así como destruir a los gobiernos "enemigos" y frenar la influencia de Moscú y de Pekín.
Esta política es aplicada a lo largo y a lo ancho del hemisferio americano:
-En Honduras ha desembarcado una fuerza de 180 marines yanquis en la base militar de soto cano a la vez que se distribuye un contingente de 90 hombres en Guatemala, El Salvador y Belice, a esta militarización se le suma la ocupación en la frontera sur de México.
-En Haití una fuerza "militar de paz" de las naciones unidas (con el visto bueno de la administración estadounidense y con la complicidad de sus "Clientes" de América del Sur) lleva a cabo una "violenta represión" contra el pueblo de ese país.
-En Colombia el presidente Juan Manuel Santos mantiene la política pro estadounidense del "Plan Colombia", iniciada hace dos décadas y ejecutada al pie de la letra por el ex presidente Álvaro Uribe, cuando en el transcurso del año 2009 acordó con Obama la instalación de siete bases militares; el actual presidente colombiano continua subordinándose a los dictados del imperio al firmar "tratados intervencionistas" con la OTAN.
-En Perú, el presidente Ollanta Humala permitió la ampliación del contingente militar estadounidense de 125 a 3200 soldados. Mientras que en Paraguay el "ultraderechista" presidente Horacio Manuel Cartes se "subordina" a los planes del pentágono permitiendo la instalación de una nueva base militar.
Estas intervenciones, auspiciadas por la administración Obama, además de intentar un "nuevo orden imperial" en el continente americano están destinadas a "cercar" a aquellos gobiernos "progresistas" que integran la alternativa bolivariana para las Américas: Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia.
A la vez, dicho "cerco militar" es acompañado por una política de financiación hacia los "sectores disidentes", con el fin de generar "Golpes Suaves" e instalar "gobiernos serviles" al "mandato de Washington", y a partir de ahí frenar la "influencia" ganada por Rusia y por China en los últimos años.
Los pueblos latinoamericanos debemos unirnos para dar batalla contra esta nueva "injerencia imperialista". Así como por nuestra "independencia y autodeterminación" definitiva.