En el día de ayer en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, hubo una serie de sucesos por los que la gente dentro de la misma Casa de Gobierno tuvo que ser sacada cuidadosamente, producto de una marcha violenta con quema de gomas e intentos de ingresar forzando las puertas por parte de algunos sectores rurales de dicha provincia. Más de 500 productores se apostaron con varios tractores en el ingreso a Casa de Gobierno.

Los ruralistas, en actitud amenazante, insistían en entrar y prácticamente "arrinconaron" a los policías. Existieron múltiples consecuencias por los hechos: efectivos de la policía heridos, aplastados por un tractor y otros golpeados, algunos con lesiones graves.

En estos casos se ve la desesperación de la sociedad y por ahí el actuar de forma indebida, que solo empeora la situación y no lleva a un resultado más cercano ni mejor, solo lo hace más notorio y complicado.

Los involucrados en la protesta pedían más rentabilidad, cuando según informes dados y experiencias fue en estos años de gobierno donde no se remataron campos y cuando este tuvo que salir a apoyar el sector con créditos y aporte, se hizo con voluntad política, sabiendo que es uno de los sectores más importantes en la cadena económica de nuestro país.

Se podría decir que hoy se puede ver una notoria línea de diferenciación entre el gobierno y el "campo", aunque este conflicto lleva varios años ya y siempre se pueden ver soluciones que por un lado u otro terminan reflotando y cada vez generan mayores consecuencias, ya que esto no solo afecta al gobierno y al campo, sino que a toda una sociedad que viene tras de ello y vive todos las consecuencias del propio conflicto.

Creo que para criticar hay que informarse y además ver todos los ámbitos existentes, las cosas que se hayan hecho mal reconocerlas, y las que se hicieron bien también tenerlas en cuenta desde el otro lado, porque sino estamos frente a una rueda de hipocresía que solo termina en la nada y continúan los sucesos que se ven repetidamente en estas épocas.