Como ya sabemos, hay muchos periodistas que han elegido seguir a rajatabla “el relato” oficial, lo mismo que tantísimos actores de la farándula vernácula, que, lamentablemente y en desmedro de su arte, han tomado partido por este gobierno que desde hace 12 años va avanzando sobre todo, pues su lema siempre ha sido “Vamos por Todo”.
Como ciudadana común me interesa que no se roben el dinero que es de todos, el que todos los ciudadanos que trabajamos dignamente pagamos con nuestros impuestos para que vayan luego a parar a los bolsillos de periodistas comprados, que mienten, y en lugar de informar, desinforman, como cuando el día 25 de octubre , un poco antes de cerradas las votaciones ya daban por ganador “por amplia diferencia”, a Scioli, y en provincia a Anibal Fernández , cuando esa mentira iba a durar muy poco como se supo de inmediato que era todo lo contrario, y los resultados están a la vista.
Sería bueno que periodistas como Roberto Navarro, de C5N, que según se supo, es uno de los que recibe una cuantiosa suma de dinero a título personal, en pauta oficial nacional figurando en un listado de 2200 personas y firmas que recibieron aportes monetarios del Estado.
No se puede creer, que personas que supuestamente han estudiado y están formadas para esa profesión, y que deberían ser totalmente objetivas y dignas de ser escuchadas o leídas por la población y cuya función es informarnos, se presten a un juego tan burdo y tan maléfico que perjudica a mucha gente. Y luego, cuando se quedan sin argumentos, sin falsas pruebas, sin algo para dar a conocer desde la mentira y la difamación, comienzan a decir que la gente que quienes no pensamos como nos enseña “el relato K” nos dejamos llevar de las narices por lo que nos dicta el grupo Clarín.
Y sería bueno recordar, que, en el transcurso de un programa en vivo el 18 de enero pasado tuvo una curiosa e inquietante primicia cuando respondió a su invitado Ricardo Alfonsín mientras éste hablaba de la presentación en el Congreso, al día siguiente, del fiscal Alberto Nisman.
El periodista lo interrumpió en ese mismísimo momento: "Me han dicho hace un rato que no va a ir Nisman".
A esa hora, el fiscal yacía muerto en un charco de sangre en el baño de su departamento en Puerto Madero… y han pasado ya 9 meses desde entonces, y ese caso no está resuelto… ¿Cómo sabía él que el fiscal no podría asistir? Será que ya se sabía que un asesinato iba a ocurrir entonces? Da para una novela policial interminable la gran corrupción que existe en este país.
La realidad supera ampliamente a la ficción.
Es indignante, realmente indignante que hayan transformado en esto a la sociedad, en una batalla campal, en un país dividido, y es claramente una técnica marxista empleada solamente a favor de los dirigentes, para llenarse los bolsillos y dar migajas a la población, manteniéndolos sumisos y callados, asustándolos con quitarles los pocos beneficios logrados. Por eso, el 22 de Noviembre, por favor, cambiemos.