Los tamberos hicieron público su malestar con Macri, con quien se duplicó la pérdida en pesos por litro de leche y admiten – luego de haber sido fuertes críticos- que con Cristina Fernández de Kirchner estaban mejor.

El Mandatario los estaría llevando a la quiebra, en dos meses de Gobierno, y señalan que “les pega de lleno” la suba del dólar, la baja y eliminación de retenciones al maíz y la soja, los reclamos salariales y el descontrol inflacionario sobre los insumos. El macrismo los descapitaliza y los endeuda –aducen- y no reacciona a su favor.

Recalcan que no pueden más.

Caputo sigue llenándose los bolsillos gracias a Mauricio

Desde la primera vuelta electoral, y tras haber sido favorecido por una licitación –susceptible de irregularidades- que le reporta alrededor de un millón de pesos, la constructora de Nicolás Caputo levantó acciones en la Bolsa por 193%, y el lunes subieron 20% más.Hará la primera obra de envergadura encargada por Cambiemos, cuando Macri antes de ser presidente había afirmado que no le daría ningún proyecto estatal. En cuatro años, se ocupará del emplazamiento del reactor nuclear RA-10. La licitación no fue transparente.

El negociado de Caputo echa en tierra el discurso de Macri en campaña que atacaría la corrupción.

Pero ambos arrastran ilícitos desde que el ingeniero gobernó la CABA, cuando compartieron operaciones financieras y deportivas a costa de los porteños; estas últimos arrancaron desde su dirigencia de Boca con la compra y venta de jugadores.

También crecieron en la Bolsa más del 80% (en un mes y medio) los valores de la firma de Caputo Mirgor, fabricante de sistemas de refrigeración que vende a terminales automotrices.En la Ciudad, el Pro benefició a la compañía SES SA, donde es el principal accionista con $1200 millones.

En tanto, Macri dio fe en su declaración jurada que le prestó casi $19 millones.

A Peña le preocupa la denuncia de represión contra los chicosmurgueros

El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que colaborarán con la Justicia para esclarecer lo que adquirió notoriedad pública: la Gendarmería actuó inconstitucionalmente por orden de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al herir con balas de plomo y goma a once menores que integraban una murga en Bajo Flores y estaban practicando para el Carnaval.

La represión llegó a sus padres y vecinos.

Bullrich obvió a los chicos y visitó dos gendarmes internados en el Churruca, supuestamente, damnificados en el operativo. Después se descubrió que habían ingresado en la villa 1-11-14 para secuestrar marihuana.

La Gendarmería volvió a proceder con la violencia que ya nos tiene acostumbrados contra gente indefensa. Pasó a ser investigada por la Dirección de Violencia Institucional de Seguridad por orden “de arriba”.

Los testimonios, fotos y videos dan cuenta que los proyectiles fueron dirigidos por expertos en fronteras hacia espaldas, brazos, piernas y rostros de niños, mujeres embarazadas, madres con hijos de dos o tres años, ancianos y jóvenes y adultos.

Bullrich de mentira en mentira. Negó que los gendarmes dispararon a los nenes, la certeza de las imágenes y que hubiese existido la murga. El jefe de Gabinete salió a desmentirla.

Los fiscales de Procuvin presentaron un registro pormenorizado de los hechos a la Cámara del Crimen, y por “sorteo” el fiscal será Carlos Velarde, que investigó los contratos con La Usina SRL de Fernando Niembro.