Mientras la ministra de Seguridad Patricia Bullrich estaba en un estudio de televisión, ajena u ocultando la violencia que comenzaba a generar Gendarmería en la Autopista Ricchieri, con numerosos heridos y dos detenidos, los representantes de los cinco mil trabajadores de Cresta Roja terminaron siendo para el Gobierno los victimarios por reclamar por su falta de trabajo, salarios y aguinaldo impagos.

Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad, salió a defender como “correcto” el operativo y sus incidentes, lamentándose que cuatro gendarmes fueron heridos.

El protocolo para regular las protestas sociales, que indudablemente molestan a la sociedad en su conjunto con cortes de rutas y avenidas, se puede decir que ya se implementó, aunque con represión y sin pautas gubernamentales que pongan el acento en negociaciones. Las Fuerzas Armadas están demostrando que se manejan a su antojo.

Se escudó Burzaco es que hubo una orden del juez para reprimir, sin embargo, la orden no se registra y los obreros denunciaron que la orden partió de Macri. Finalmente, se vieron obligados a aceptar la quiebra decretada por la Justicia a la empresa avícola de Rasic y exigieron la liberación de detenidos.

La medida no les garantiza su fuente laboral; el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, prometió que intentará encontrar un comprador.

El conflicto se instaló para quedarse para largo.Es difícil que haya quien quiera adquirir la empresa, no por su bajo precio, sino que esté dispuesta a incorporar a los operarios que con la resolución judicial pasaron a la situación de despedidos.

El ministro de Trabajo se avino a expresar que se cumplirá con el fallo judicial, que se le pagará a partir de enero a cada trabajador 6 mil pesos (a los tercerizados 3.000) y les entregarán bolsones con comida para Navidad, luego del quiebre y liquidación de activos dispuesto por la jueza Valeria Pérez Casado.

El obsequio de Macri al agro y sin bono de fin de año. El gobierno le regaló al agro con quita de retenciones 52 mil millones, pero aporta una solución económica mínima a las víctimas de Cresta Roja; en tanto, Macri anunció que no habrá bono de fin de año para nadie, y solo acordará $400 por única vez a beneficiarios de AUH y jubilados con la mínima.

Avaló que los camioneros obtengan un bono de hasta $12 mil.

Triaca dijo a los trabajadores de Cresta Roja que se queden tranquilos porque el gobierno no los va a abandonar hasta lograr poner en marcha los activos de la avícola.

Declaró a la prensa que otras empresas podrían hacerse cargo de la firma y que se seguirán todos los pasos indicados por la magistrada. El gobierno nacional descargó en la Justicia la responsabilidad que le compete para con los trabajadores en conformidad con la Jueza, quien dejó sin efecto el concurso de acreedores y desligó a la política del conflicto.

Será el ámbito judicial el encargado de que se vendan los bienes lo más pronto posible. Desde el macrismo no se comunicó ninguna decisión de salvar las fuentes laborales. Triaca confirmó a los delegados de los operarios que el gobierno no piensa destinar un peso para cubrir los salarios adeudados.

Habría algún amigo de Macri interesado en comprar la avícola, pero “por una cuestión de amistad” necesitará reducir salarios y puestos de trabajo. Una estatización e impulso a una cooperativa no entra en la cabeza de un gobierno que se dedica a beneficiar a las patronales.