Macri se cree omnipotente. Pese al monumental cacerolazo con la crítica de millones de usuarios de servicios públicos residenciales y comerciales de todo el país oponiéndose al macabro ajuste que -entre otras medidas- se vio reforzado por los tarifazos, sería inminente que decrete más aumentos comenzando por la luz.
Así lo hizo saber a radio La Red el ministro de Energía Aranguren. No descartó que seguirán las subas y destacó que la tarifa actual de la electricidad cubre apenas el 35% del valor de su generación. Pero la soberbia de Macri no tiene límites.
Para tapar el descontento popular generalizado, mientras se solidariza con el convencimiento de la Vicepresidenta de que los pobres deben seguir siendo pobres y se mantiene firme en atacar los bolsillos de las clases media y baja con la idea de bajar salarios, vuelve a cargar tintas contra Cristina de Kirchner.
De la mano del grupo Clarín, tras callar la comprobación de que Báez en sus movimientos de dinero fue su socio principal y debía abonar ganancias a su primo Calcaterra, el Primer Mandatario -gracias a los medios de esta corporación- continúa con su costumbre de esconder sus múltiples ilícitos y fraudes al Estado, machacando ahora con la difusión de papeles -sin el aporte de documentación irrefutable- que apuntan a inventar la ruta del dinero K en USA.
Aunque se envalentone con arbitrariedades, Mauricio permanece oculto detrás las vallas en cada acto público porque los repudios contra su persona no cesan. Es una amplia mayoría de argentinos la que ya no soporta el odio con que gobierna y con tantos descalificativos que dirige a los que aún viven de su trabajo y a los que se los hizo perder.
Las vallas las están adoptando gobernadores e intendentes. Se expanden los escraches sin incidentes, aunque los funcionarios sienten miedo; recientemente, fueron escrachados por los vecinos los jefes comunales bonaerenses de General Rodríguez y Escobar por no haberse pronunciado contra el tarifazo de gas.
Además, Macri hace caso omiso al Congreso, cuando a favor de tarifas justas y equitativas, razonables y transparentes, el Senado aprobó por mayoría el proyecto del PJ -Frente para la Victoria que pide la suspensión del incremento con un tope de 400% sobre el gas en todo el país, hasta que se cumplan audiencias públicas y dictamine la Corte Suprema.
Con 42 votos a favor y 13 en contra la comunicación exige que se apliquen tarifas diferenciadas acordes a las necesidades de distintas regiones del país, a fin de no impedir su desarrollo económico. Los legisladores macristas se negaron a tratarlo, y el ingeniero en tanto modificó el presupuesto y obsequió a Enargas $62 millones adicionales.
Muy claro al respecto fue el diputado nacional Kiciloff en C5N donde remarcó: “si es verdad que falta energía, el Gobierno no puede hacerse el distraído y transferirles el problema a los usuarios”, al tiempo que recordó que también la falta de control de precios, la devaluación, la inflación, el perdón de retenciones y el quite del impuesto a los bienes personales tienen en común “una enorme distribución del ingreso regresiva a favor de sectores empresariales.”
Por último, los sindicatos todavía analizan la posibilidad de un paro general.
Schmidt, propuesto por los camioneros para conducir la “CGT unificada”, anunció que se impulsaría la medida contra inflación, ganancias e inseguridad, recién el 4 de agosto y si la cúpula llega a un consenso.