El campo inauguró su 130 Exposición Rural manifestando su contento, como era de esperar, por las políticas de Macri a su favor. Otro golpe bajo contra los intereses de la Patria, como lo fue el Bicentenario celebrado con el desfile de la banda militar de los EE.UU., y lo es el continuo avasallamiento a los derechos humanos de la Casa Rosada, que hasta acaba de convocar a neonazis para que planifiquen la reposición del servicio militar.
Y Macri no dará el brazo a torcer en cuestión de beneficiar a las empresas de servicios públicos, por lo que el tarifazo como lo ha calificado su gente “es una ganga” que debe permanecer. Por lo pronto, el mandatario chantajeó a la Corte Suprema, obsequiándole vuelos gratuitos para viajes oficiales y privados, otro ilícito ya que corresponde prisión y/o inhabilitación absoluta a las autoridades públicas que aceptan dádivas.
Lorenzetti jamás se mostró contrario a la política tarifaria, ni hace falta que adelante declaraciones, cuando el reglamento vigente y sancionado por el ex juez Petracchi lo faculta a proscribir audiencias con una sola parte, o sea que quedaría fuera de lugar y/o carente de validez cualquier cuestionamiento y reclamo de la sociedad aun en el marco regulatorio de audiencias.
Además, Cavallo en su blog alentó a no desajustar los precios, a seguir estafando con la planificación de tarifas, que es el modo neoliberal de eliminar mecanismos de regulación del Estado y, simultáneamente, avalar ganancias exorbitantes a las empresas que manejan los servicios.
El acceso al gas natural lo aseguró el kirchnerismo con la recuperación de YPF y al fijar de interés público en 2012 la producción, industrialización y comercialización de hidrocarburos, abocándose a perforar pozos, una tarea que Macri paralizó a nivel estatal; la falta de extracción por parte de la Nación traerá futuros inconvenientes, máxime si persisten los “negociados” en materia de elaboración y mercantilización.
Al abandonar el trabajo que compete al Estado, el Primer Mandatario deja que la inversión privada se conduzca a su antojo. La eliminación de subsidios no era necesaria, lo fue para retribuir con creces a las empresas. Macri disolvió el Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas que consideraba de interés nacional al petróleo y al gas y descartó toda planificación y garantía estatal para que se conserve su disponibilidad.
Impuso el tarifazo para “tentar” a inversionistas privados. Las petroleras hacen su negocio con la venia macrista.
Cristina de Kirchner logró reducir las compras de gas y GNL al exterior sin que decayera el consumo interno. Asimismo, con las centrales térmicas que construyó, dio al país la posibilidad de sustituir el gas por combustibles líquidos: gas oil o fuel.
Argentina tiene todavía un margen propio muy amplio de más del 20% de ambos combustibles para reemplazar el gas natural. Pero la decisión de Macri es no obligar a las empresas a acotar los precios pese a que usan estos recursos más baratos.
Ahora Aranguren dice que hay dificultades para importar, cuando Bolivia dijo que no negó ningún suministro y Cammesa sigue importando combustibles líquidos conforme a las necesidades y sin haber quedado desatendidas ni desiertas las licitaciones. En tanto, Energía subió el valor del gas en boca de pozo a US$ 2,60 -el doble en relación a la producción histórica- y esta situación es un problema a futuro, sin control oficial ni regulación en inversiones y con petroleras que gozan de libertad de mercado.