El tarifazo del gas fue frenado por la Corte Suprema solo en los hogares, que constituyen apenas el 26% de los usuarios. El máximo Tribunal si bien terminaría con el brutal incremento que también rige en tarifas de luz residenciales, obligó al Gobierno a convocar a audiencia pública -que Macri quiere que sea únicamente informativa- pero industrias, fábricas, comercios y pequeñas empresas deberán seguir abonando un 500% tope de facturación.
Este pago lo trasladarán a los precios con consecuente pérdida del poder adquisitivo de los asalariados, seguida de miles de despidos y recortes en los sueldos. Será inevitable el cierre de las pequeñas empresas que decidieron inmediatamente movilizarse con protestas.
Finalmente, el macrismo busca minimizar el impacto del pronunciamiento de la Corte (que por más oficialista que sea no podía exponerse a desoír las sentencias de no pocos fiscales, Cámaras provinciales y el dictamen de Gils Carbó), y anticipó que no cesará con las subas, con la excusa de que los argentinos -si las empresas no invierten por pérdida de ganancias- nos quedaremos sin servicios públicos. Aplicará recortes en otros ámbitos como obra pública, salud y educación, entre otros, ocultando por supuesto que el Estado continuará subsidiándolas.
Toda esta situación, lamentablemente, lo beneficia a Macri en el sentido de que el fallo de la Corte le sirve de nuevo impulso para avanzar con su proyecto de precarización laboral a favor de los grandes industriales y agropecuarios, como lo anticipó Cristina Fernández de Kirchner. Ellos no producirán optando por la total libertad de importación, pagarán tarifas recargando precios, y “gastarán” mucho menos en sueldos (que para el Presidente son un gasto innecesario) con total facultad para generar más desempleo en el país.
Las Pymes, cooperativas y los pequeños comercios caerán solos, nunca fue de interés del Jefe de Estado fomentarlos. Tornándose insostenible su mantenimiento, contribuirán a la precarización ocupacional y pérdida de puestos de trabajo.
Se viene entonces más desocupación con la amenaza latente del proyecto gubernamental de quita de derechos salariales.
CFK instó a la unión de todos los argentinos sin banderías políticas para defendernos juntos sin que nos contagie el odio y la violencia, aludiendo así a Macri. Basta con ver que las paritarias redujeron salarios, los jubilados fueron arrojados a la deriva con un aumento que ni llega al 15% para setiembre, y los que hasta ahora más dan empleo son justamente las medianas y pequeñas empresas: 80%.
En la audiencia pública prevista para el 12 de septiembre, el Gobierno tiene que revelar el costo de todos los tramos de producción del gas, desde el "boca de pozo" hasta la distribución final a los hogares.
Las dos CTA ya convocaron a una marcha porque la facturación es transitoria. Por eso Macri remarca que, aun con la elaboración de un marco general de precios e inversiones para la que posee plazo hasta octubre, la Corte le pidió que los aumentos sean graduales, aunque sin exigirle importes ni su disolución.
Por lo tanto, el problema de fondo no está resuelto (del tarifazo sobre el agua nadie se expidió) y tampoco es solución que se reemplace al ministro de Energía, dado que la ideología neoliberal persiste. "… la Corte no anula, sino que sólo pospone el tarifazo para las familias y el gobierno va a insistir y no sabemos aún cuál será el porcentaje que propone", enfatizó el ex ministro de Economìa Kicilloff.